martes, 2 de septiembre de 2014







MAGNOLIA ESTRICTA
(1971)






Los que están y se escuchan

Los que están y se escuchan
tienen color abierto
en mi agradecimiento
Este libro es de ellos
Los todos:
mis hermanos






Estabas

Estabas
donde llamarse azul
es el único nombre
donde me perteneces
Te pusiste a barrer las alimañas
y a esparcir los colores
con unas manos que aprendieron
todo





Por todo me pregunto aquí en casa 

Por todos los colores
me pregunto
Por los álbumes rosas
donde tuvo el origen
su larva castidad
Por los rojos caballos
que abrieron las ventanas
al sol
al más día
a la única estrella

Me pregunto aquí en los brazos
por donde vino
cuando
el relámpago
se repitió en nosotros
continuándonos

Hoy vengo con un niño
a confesarte
que he soñado ser malo
que me siento feliz
y te lo cuento en casa





El juicio

Las ventanas son rosas
para evitar los números
Son frases prodigiosas
esperando la aurora
Cada boca en su cielo
toma su voz y piensa
y es mezquina la fruta
que no es de azúcar rota
En la ventana el aire
de pie
es una sentencia

Puedo escuchar desde ella
algún juez absoluto
declararme culpable
de tu amor en el agua

Pero estoy más lejos
comadre mía
hermana del ojo temulento
Estoy más que en lo encima
soldado
más que injerto
Soy tu mismo piano
donde inventas tu música
un roedor de mundo
viajando por tus trenes
La transfusión del mago
que inventó tus cristales
y se olvidó del humo





Deletreo la espera y la alegría

La mitad de los días
han sido de esperarte
Sólo un tiempo
Donde apacibles brujas destejían
la mirada
Para aprender tu signo
necesité saber
que la alegría
era un lugar
una reunión de honor
Ahora para cumplir los cumpleaños
hay que ponerle luna a la comida
hay que haber aprendido más del fuego
Saber que entre la muerte y estar solo
la ausencia es doble
y los colores
tierra sin tiempo para adiós





Pasaporte a las islas

Lo que no ruedo en sol
lo siento en la nostalgia

Es de risa primera la mortaja
Una cruz anda en rosa de los vientos
Cualquiera es rumbo al norte
de sus clavos

Hay que entrar a las islas
donde se vea al cuidador
su silla





En algún lugar

En algún lugar de la tierra
ahora
en este instante
un ángel
bautiza con su nombre
la aurora de las cosas
y el secreto de los siglos
la boca entornada del viento
levanta el polvo de la edad desierta
Más allá de los límites
sin soles del planeta
el pie se estrella
y hay un agua que estrena nuevos cauces

En algún lugar del silencio
ojos
páginas verdes
y los árboles
prolongando infinito
duermen
se alegran
sueñan lo crecido hacia dentro de sus islas
En algún lugar del miedo
las puertas
no quisieron verlo





Hoy llueve aquí en casa

Porque llueve
y es triste mirar solo la lluvia
uno tiene que hacerse de nombres
con verano
Recalar la muchacha
en los muelles del alma
la que del sol obtuvo
su trofeo de enero

Uno tiene que hacerse
de un tierno combustible
para esperar al pájaro de alas mojadas
y guardar los rosales
del aire lastimado

Hoy que llueve
y es honda la mirada del cielo
muchacha mía
estatua en estado de coma
voy a hablarte
aquí en casa
de los peces pequeños





Aquí entera tú

Me pongo la noche y la lluvia
Tú encantas al silencio
Desde una cerradura inmóvil te presentas
envoltura de nada
y todo
de realidad fluvial
en los latidos que te aprietan
Me pongo tu cielo de erguida
tierramujer en mástil imposible
nacida para hacer el amor
para educarlo
para nacerlo entre las manos
Aquí me pongo a Dios
para recortarle el contorno
Dejo todo
y me voy por tu sonrisa
a un mundo de ficción
dejo al reloj común
que viaje por tu tiempo de seda
Yo me pongo la noche
La lluvia quiere venir conmigo
Algo lejos
Tú te aprietas al sitio de mi viaje





Hoy ando en precio

Hoy ando al precio de la vida en casi
Hoy estoy barato
Le puse monos al reloj
y vine
a subir
a bajar
a andar en cola
Estaban los del circo
Me compraron
Pagaron por la piel
por las monadas
Me escondí la selva en el trapecio
Pero me puse triste en la alegría
-como un hombre que viaja-
Me llovió una semilla del silencio
en la cara
y casi aprendo a hablar para explicarlo
Pero seguí entregado a la tarea
de las pequeñas cosas...
los maníes
Hoy estoy en precio





Vieja gitana ebria

Allí estaba
también
Era la imagen
la soledad revuelta con la lágrima
Un montón desteñido
y la mirada trágica
del vino
Su cuerpo
como un hongo
fue creciendo
de la leve humedad
de unos latidos
y la tarde
cavó un pozo
encima
seis letras más abajo
de la calle
Soldado a un espejismo
su retrato
era la cruz más sur
de una derrota
el manto de lo efímero
la yema
del cáncer de una raza
Los balcones del pueblo
se asomaron
como el mal a la noche
Se trajeron los ojos
hasta el vidrio
y el huracán de una palabra oscura
le cortó el corazón
a los oídos
Allá
en un límite
o en el sueño quizá
de una neblina
combada
en sepultura del olvido
vive la muerte viva
Pobre vieja
Porque un día
la suerte de aceituna
de su piel
le adivinó a la muerte
su destino
y cayó enfermo aquel candado
donde guardaba juventud
sus cosas





Imán adentro de la pena

Cuando llamo a una puerta
pido que abra el destino
la madera incendiada que miró
desde a bordo de si mismo
la pena
Quiero que se detenga
de irse desde la tierra
para que yo le mire los ojos del viaje
Cuando yo le golpeo la ventana a la brújula
es porque vengo todo
sin timonel el rumbo
y quiero entrar a puerto
de su aguja imantada
Pero quién me corrije la estela
cualquier noche
cuando la niebla cubra
su ventana y su puerta
y no haya una escollera
de amor
en mi bolsillo





Zapatos, vegetal genealogía

Hoy recuerdo
los aquellos zapatos de mi padre
los oxidados de él
que lo traían
subido
sabido de memoria
extraído del aire

Desde aquellos zapatos
mi padre
rompía la penumbra
encendía los ángeles más últimos
Una ilusión de estrella
coloca entre los pájaros
su magnitud en mí
su desarrollo
Más exacto que un áncora

Vuelvo a subir los árboles
y me relampagueo
en un milagro extraño
Las alas más completas
fueron para mi padre
sus zapatos
Hubo todo un camino de obrero
a obrero
una química
de destino y paciencia
Su espera era aquel árbol
de la única madera

Mi padre se murió
Cuando creyó maduros sus zapatos
Se cayó como el fruto vertical
de una línea
con diez en los espectros
y en los poros

Alguna voz que tuvo
hizo silencio
Las otras continúan
Verdad
Se las escucha
Están de verde
empolladas de día
en un espacio
intemporal

Mi padre se ponía
los zapatos justos
para esas distancias
Una fiesta de árboles
recuerda
su paso en los baldíos





Papel a solas

Cómo escribo para decirte que pasó una lluvia
un tren
un agujero de aire con un pájaro
Cómo escribo
sintigo
del verano
muchacha donde el sur es la gaviota
y el verde
enciela la extensión del alma
Con la humedad del corazón
te escribo
Con el párpado rojo de la sangre
las veinticuatro horas del rocío





Dos gotas del espejo dan la hora

Pajarito de pájaro
de vuelo sordo
Tu catedral de plumas
Guarda un cuerpo ratito
casi
instante
Lo que más me duele
es que en el aire
no tengas otros hilos
que miserables

Para una copa clara
turbios los ojos
Una fiesta de abrojos
y el ciego canto
de tus manos

Una canción salobre
de ese mar entrañable
de las pisadas

Los muchos caramelos
ya son pocos
De lejos
Por la infancia

Para endulzar los mitos
por esa puerta abierta de tu cara
espero que entre un barco
un capitán en llamas
que ande con las manecillas de un reloj dislocado
te tire en los zapatos
el ancla

Para un vuelo pequeño
de pajarito
sólo con un dibujo
con el ala
de un lápiz
alcanza la mortaja





Pequeña rueda

Un diámetro de acíbar
y crepúsculo 
desenrolla el alambre de la tarde
Y los hermanos de la noche sueñan
Alzan la juventud crispada de la estrella
Arden
Reina
la soledad más sola
También el sol a veces se comparte

Los silencios más tuyos
son las tardes
que caen
al impaciente ritmo de las gotas
Allí estás bien el tiempo
la memoria
los recientes
que ayer no parecías

Ahora te ha dado lluvia
en el recuerdo
de la ciudad más novia
Tus lápices
se acuestan en el iris
que en mis ojos dibujan
los instantes

Arriba
ya el sueño de la noche
sueña
Y la luna dormita
como si fuera todo miniatura
menos tu voz
y el pío de los pájaros





Tristeza enjuta

Ando sumido
de una tristeza
enjuta
sin aldabas
Un escobero aire
me ilumina
donde se rompen
los pájaros más hondos
unas alas

Hoy me acaricia
el inventor del rayo
la mujer del pedúnculo
un tren de ranas
Envuelto
y desenvuelto
como el atado
de ropa
de un soldado muerto

Hoy la tristeza me pidió la mano





Solidario

Me gustaría tener para ayudarte
una muchacha azul desde el recuerdo
con un eterno amor en la mirada
y una caricia verde entre los dedos
Ser un hijo sembrado y paulatino
que viene a recordar la dinastía
de algún rostro del hombre para el hombre

Ser la mitad del sol de una alegría





Todos los pájaros

Todos los pájaros
son los primeros pájaros
sin prisa de mi infancia

Ese color arrullo
y olor de verde alto

Recuerdo aquellos vuelos
con miedo que miraba a que cayeran
Su seriedad de adulto
Sin saber nunca el sitio
Donde morían

Mis pájaron no han muerto
nada más que en su muerte
La casa del silencio
se llevó su aventura
Un día el canto viejo
le dio asueto al plumaje
y se quedó a la espera
del ala renovada

Nunca maté a un pájaro
porque fui siempre un pájaro
Amor era de todos

Moriré en una calle
que no está todavía
Solamente preciso
el aire de campanas
quebrado de un estío
para bajar del vuelo
La llamarada de oro
del final de los prismas
Los ojos de algún ciego
para darle los míos

En la casa del ángel
Bajaré de las manos





Día, sencilla eternidad

Una mañana
Amor
voy a abrir de tu puerta
mi día de trabajo para el mundo
y todo tan sencillo

Un día
Amor
hacia las fábricas
el invierno
será pequeño
enfermo
y todo tan sencillo

Luego ha de venir la primavera
y al humo de las lunas
miraremos el rostro de los vidrios

Habré traído flores
robadas
como siempre
robadas
para tí
por lo bajo
y todo tan sencillo

La eternidad
sin miedo a los chantajes
cenará con nosotros
se acostará contigo
un día de verano
amor
y qué sencillo





Amanecer XX

Hoy a la madrugada
unos perros celestes
le mordieron a la noche
una estrella

Luro a lo largo
-la avenida era-
una laguna en el desierto

Más acá del silencio
por entre las cuadernas de cemento
amor dormía de paloma previa
de antes de volar los girasoles

El futuro
llagando el vientre
con su perfil de urgencia dilatada
transitaba en secreto los humores
y Bradbury
sonriente
padrino de las vísperas
se asomaba en los ojos más cálidos
con su presencia enorme de Dios
desde el océano

Sobre un hombre de pan
el sol
doró la primer espiga de arena
y los gallos contaron hasta celeste
los perros que callaban





Temblor y desafío

Por qué puerta me salgo
ay angustia
ya puerta carcomida
Por qué puerta me saco el cuerpo
los tenderos que me visten
si sé que me vienes
de unas lunas
de las nueve mi madre
de la germinación de su pollera
Pero
en qué minerales de mis huesos
han instalado tu cuartel
tu trinchera de bruces en acecho
Desde qué edad lejana de la herencia
participan en mí
tus hospitales
Como en las crines de un caballo muerto
el viento
eje sin pan
agita la llave clausurante de tu nombre
y dejas
en sus ojos abiertos
intemporal
la huella de tus manos
Con qué piernas
te exiges a correr tras mi encuentro
Algún día te mojo
de éstos
y te doy a beber todo el océano
en la tinaja de mi calavera
Apréstate al espanto
Con la vieja baraja de la túnica
Una mesa impaciente aguarda la partida
Sólo basta limpiarle un resto de ojos
las migas del recuerdo
las hormigas
y entonces
hasta puesta en silencio
a última sangre





Ha dado sol y lluvia

De dónde te saliste con la tuya
a pesar de los vientos
Naciste en la cama
donde nació
el abuelo de tu padre
Allí te puso
voz el aire
canción tu madre
y hambre la barriga
Debe haber dado sol en la ventana
porque en tus ojos se dibuja el tiempo
en la pura emoción
sencillamente
Pero yo te pregunto
hermano de idéntica zozobra
desde qué alas del mundo
las alas se volaron de los pájaros nudos
Se del fuego
que oprime la catedral en luna
y he visto a tu muchacha
-de pan como la mía-
niña de fiesta vieja
-apretada en las manos-
cortando la sencilla ceremonia del vino
sobre la mesa puesta
solamente en sus ojos
Quiero verle un día
la raíz al destino
para saber si a esto
lo transmiten los cables
y envenenar la risa
la palabra y la sangre
y el hambre ya pelado
escondido
imposible
Ah hermano
qué silencio se cobran las monedas
y aguantan las ventanas sus ráfagas
Los lentes de la abuela
quizá miren
comprendan

Hoy pienso
por qué calles
se guardaban los rostros
que tanto andar la lupa
de tierra de la vida
crecimos lo amarillo
del grillo junto al sueño
cuando nuestras muchachas
eran aún de aceituna
veleros
para la semilla del viento
Tengo un miedo
doblado
de acecho en el cariño
porque saqué a mis manos
para que dieran rosas
y te he visto la misma canción en el costado
Qué duende de conejo
se nos metió en la cuna
cuando un día jugábamos
Llueve
sobre los mismos caramelos de entonces
Dónde estaba aquel rostro
de la muchacha esta
Los faroles
empiezan a mirarse el oído





Amor todo madera

Hoy ceno con tu voz
y la neblina
Amor
a un tiempo
Hoy
sólo unos brotes
Luego amor
tus poros
y la raíz naranja de tu boca
Todo guitarra
Amor
todo
madera de la víspera
Sed inclinándome
hasta los bordes
del sé
y no sé
en la muerte
Dónde estará la mesa
amor

Yo la he sembrado





Desnudo no, que desvestido

Me olvido de la ropa
estoy vestido
diurno
espero orillas
Me sueña con una mano
la bruja con sandalias
y en la otra
la pólvora con miedo
de una sonrisa
quieta
sin viento
Pero ya desvestido, 
casi en cualquier instante
de sin ropa
de nacido recién
gateando la palabra
recuerdo
hermano mío
bonzo de rosas únicas
que aprieto en el pañuelo
una necesidad de ser el hijo
para en silencio y desvestido
vaciarme
en este avión de criatura
las páginas que nunca volé





A ojos cerrados

He visto un mar de azúcar
de terciopelo y miedo:
era todo un océano
Entre los despiadados
oleajes de la vida
un puerto
barquito
no precisaba sentirse más inmenso
para andarse lo a flote necesario
sabiendo que
al revés
uno navega muerto
He visto
con los primero árboles
el deshielo
la primavera en junio
un sol más nuevo
y sin mentirme a mí
la luna hermosa
cuando no estaba
y he cernido la capital
de estar una neblina
He visto casi a Dios
perdí un minuto
vi sólo su mitad
La otra la invento
me la quiero probar
saberla acaso
aunque sea medida por dos manos
que son los más exacto en las balanzas
He visto a la verdad
donde me duele
planchada y con un hilo descosido
faltándole un botón
pero abrochada
dando
a lo Julio Verne
la vuelta en cuarentena:
toda canción silencio
pero en ruido
He visto mi camilla
con la vida restaurada
con el color nuevo
el pizarrón en la lección mañana
la guarda en primer día de cuaderno
y un libro de lectura
a cuatro ojos
Una ecuación resuelta con canarios
donde se hacen con rosas
avenidas
y uno transita abierto hacia el colegio
por lo verde
de verde
sin rabonas
He escuchado cantar al mes de enero
Detrás de un rojo de papel picado
y Noé era un violín
una gaviota eléctrica
un párpado de Dios
en los botones





De pie, amanecido

Quiero que ahora vengan hasta aquí
a la hermosura
donde el mundo
se pone violeta por las piernas
y nace
hacia la calle del hombre que está vivo
Quiero que se persignen
junto a Dios universo
con los nuevos vitales
con los colocadores
con aquellos antiguos
que ostentan los sudores
Yo quiero que comulguen
A ras de los altares
donde el día se ha visto
intrascendente y mínimo
Por eso es que lo toco
como un pez tembloroso






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