sábado, 6 de septiembre de 2014






AÑOS 60 - 71






                    Hay crímenes de pasión y crímenes de lógica. La frontera que los separa
                    es incierta. Pero el Código Penal los distingue bastante cómodamente, por
                    la premeditación. Estamos en la época de la premeditación y del crimen
                    perfecto. Nuestros criminales no son ya esos muchachos desarmados que
                    invocaban la excusa del amor. Por el contrario, son adultos, y su coartada
                    es irrefutable: es la filosofía, que puede servir para todo, hasta para
                    convertir a los asesinos en jueces.

                                                                               ALBERT CAMUS







El pueblo sabe el nombre

El pueblo sabe el nombre
Con qué manos lo sabe
Qué ojo es el que en sus jueces
vigila los espacios
por donde entró la muerte
y huyó con los cobardes
Cuál fue de sus lugares
que enajenó la vida
y se quedó sin guantes
A la novela rosa
que ungía primavera
la abrieron por diciembre
con un rayo de sangre
¡Alto esas manos sucias!
que no son de trabajo
Alguien pasó robando
flores de los jardines
Nos están ensuciando
el iris del futuro

Nos están traicionando
y han nacido en los nidos
de nuestros propios pájaros
(de pluma de los ángeles
pero depredadores)
Que tenga más cuidado
el señor jardinero
Oh dios que injertas pianos
y les robas la música
Que tenga más cuidado
ese que pisa el césped
que no es todo dormido
lo que parece manso
Qué perros eran esos
de cadenas cortadas
que vomitaron plomo
Qué raza del cuidado
perdió la vigilancia
Dónde engordó la vista
oh dios usted a todo
Eras de seis la tarde
y usted ausente o tieso
Le fallaron los brazos
Este poco de lágrima
no arregla la letrina
donde lavan su cuerpo
los que en seis trabajaron
a destajo en la infamia
Cada uno lloramos
lo huero de nosotros
A buscar los chiqueros
donde duermen los puercos
A investigar los cerdos
que ya no asustan sólo
Oh dios
hay que encerrarlos
y hacer muy lentamente
la cerca del desprecio
No hay que seguir jugando
despreocupadamente

Hay que abrir con cuidado
el hilo del paquete
y proteger las rosas
que son usted
dios pueblo
No vamos a olvidarnos
-o si porque aún amamos-
pero debe servirnos este reloj
Este reloj
oh sombra
Este tic tac de espanto
para ver que esa sangre
que sigue derramada
es ésta que tenemos
Que apretamos al pecho
para ser ese entero árbol de hermanos
de América hacia el mundo
No es cierto oh dios
y poco
¿O la verdad no es eso?
Hombre mío
Muchacho
Oh dios delante de mí
Cantidad nueva para el sol
Futuro.





En la calle desde adentro

En la calle desde adentro
viene a dar vuelta el mundo
Sé que no estoy muerto
porque me toco y tiemblo
Todos querríamos verla
pero no nos saluda
porque es mucho más seria
que lo niña que era
Dicen que la ha matado
el aire
alguna espina
Pero el aire no ha estado
Era solo un tumulto
y en la luna tan alta
del corazón
la pena
esperando su cuerpo
de manojo
de lugar sin luciérnagas
Qué callar que no escribo en el nublado
que aprendí de niño
salva a los asesinos
Hijos de no sé cuántas virtudes
Oseznos de las lámparas con mieles
Monstruos enfermos bajo el cielo
Oh dioses
Oh desperdicio de creer el puedo
Quiero que se me vea llorar a una muchacha
Eso
no lo puedo escribir
Es 6 del día
Oh dios
Que no se vea
En qué muchacho se amaba la vida
De qué manera
se quería aferrar a esos naufragios
Traidores
Quién osa hablar de un árbol derrumbado
De un minúsculo brote de muchacha
pisoteado en la infancia
Oh dios
escucha:
A ti te hablo
hombre
A ti que ahora te escondes
en nosotros
Eres un cuello del eclipse
Cuando te dejen de mirar los ojos
Oh dios
Monstruo serpiente
te verás en el insomnio
y morderás tu cola como un lápiz
para ordenar tu fin de pesadilla
Estiércol -perdóname palabra- que me guardo
Basura
Menos que sombra donde el sol no existe
Ya no podrás vivir
En los traidores
se corta el pan la levadura y muere
Ya no podrás dormir junto a tu imagen
de escondido sonámbulo.





Porque estás de nosotros

Porque estás de nosotros
porque sales
con nuestro corazón entre tus libros
Porque queremos para ti en la vida
lo más puro del puedo
Yo te pido
muchacho nuestro de la esquina blanca:
cuida de tus hermanos
no desgarres la ropa
que un día puedes arañar su sangre
Recuerda siempre que la piel es frágil
No te equivoques al sumar tu rostro
Suma tu cantidad a la sonrisa
Date justo en medida
-más pequeño-
Trata en el corazón a la palabra
y luego
con tus manos
utiliza lo que te sabe muy adentro
Fíltrate
Tamízate a la hondura de los pólenes
y ámate en todos para crecer árbol
Piensa que detrás de tus aviones
aquí en tierra te estamos esperando
Piensa siempre en el ala de tu madre
que te enseñó a volar
y se sumó a tus juegos
y armó la paz primera en tus mecanos
y antes sus ojos fueron
cada cosa
con las que tú te buscas por los nidos
Piensa que desde ti somos nadie
Que por ti nuestras manos son manera
dura rosa o palanca florecida
Piensa que cuando sales de nosotros
vamos contigo
puestos en tu ropa
y si algo mal de ti vibra en el aire
nos pedimos perdón y te esperamos
Porque estás en nosotros
Cuando sales
sé que vas a encontrar a tus hermanos
tras esa puerta de ellos que es la tuya
A cambiar tu camisa o tus zapatos
cuatro pesos que te entiernan de hombre
Sé que vas a encontrar a una muchacha
que ha de ser rubia -parecida al sueño-
Porque el hombre es amor y luego es hombre
ponte de corazón en la mirada
no pierdas la verdad
muchacho nuestro
Mira qué hermosas son tus manos claras
Cuando salgo del libro
a tu regreso cuéntame la aventura
estoy despierto
No me puedo dormir sin tus pisadas
El mundo es más acá si estás en casa.





A medida de ti

A medida de ti
me duele algo que no toco
Nazco desde otra voz
me soy extraño
Quiero buscarte en la niñez
donde tu nombre
hacía equilibrio con los primeros pasos
porque la vida está
Quiero en la adolescencia
ver cómo era tu luz
el aire de tu altura reposada
porque la vida está
es cierto
me da miedo
Quiero
presente del futuro
esto
Saber que estás
y eres
aunque el futuro mueva
lento
su desconocido cuerpo de sorpresas
porque la vida está
En el aire
campo natal del trino
tierra verano sobre los trigales
En el ancho pecho pájaro de la pampa
-geografía dormida de la arena-
lo más cerca posible de la paz
y el ideal callado de los verdes
Tu boca
abrió la raíz de la palabra
a través de los ojos mirantes del silencio
No
no fue nacer despacio hacia la luz
fue confirmarla
Decirle
puedes mirarte ahora
saberte en el perfil de las espigas
Puede
ponerle un rostro al cuño del amor
Y fue sobre tu paso la niñez
descubriendo el asombro
A medida del tiempo
todos los rosas
todos los colores
y la impaciencia
apoyada en la ventana de tu rostro
esperando
Tu recuerdo fue futuro
acaso no te lo dijo
el ruido de la niñez
No te lo adivinó la abuela
desde alguna tarde de cuentos
de lanas y de agujas
Acaso a tu pregunta la contestó el verano
o te puso la risa
como una mano abierta
dando
Para qué
para quién
Para qué dolor
para qué diminutivo de amor
o esta otra cosa
encontrada al fin
donde rompen las olas
y se nos queda triste la mirada
al saber que existías
desde todos los siglos de la sangre
Pero la vida está
Abro la luz
te veo
con la niñez intacta
sonriente como un templo que amanece
Haz hecho perdurar las horas blancas
en tu lado de nube
de ala buena
Y te amo desde siempre
Me haces como un dolor
Lo digo por tu infancia que perdí
y era mía
por todo lo imposible
que mueven nuestros barcos
Pero la vida está
y te amo desde el ancla
donde viven mis horas
Sucederá otro día
otra sigla
Todo dirá tu rostro
Porque la vida está
no se puede morir
con este amor que nos sostiene
al margen de los puertos del mundo
Hay que inventarle otra palabra al amor
porque la vida existe en él
y en ti.





Chinesco

Para hacer un caballo
la vida
pone las manos así
Luego viene la luz
de geometría
con crin
Y en la pequeña gota de los días
el niño
de caballo es aprendiz
Para hacer un caballo
el que sueña
dibuja con arena de perfil
la luna

Cuánto cuesta un caballo
Cuánto vale la siesta de sus ojos
La alegre medialuna de sus pies sin zapatos
Tengo que preguntarme de improviso
el precio natural de su armonía
Quién ha comprado su alma
Dentro de su azorada anatomía
hay un robot de luz que está encendido
y unas alas de plumas invisibles
y una sed corregida en la garganta
Pero quién ha pagado del caballo el sonido
La canción que le viene del país de los pasos
Ese ritmo
desde donde los mapas
cambian el sol y las ciudades
Para comprar sus párpados
hay que haberse mirado el amor
con la medida más despacio.





Miguel Hernández

Tu nombre está más grande en lo crecido
la primavera del cristal que elige
la luz de las raíces
ha sumado al entonces de seis letras
Miguel
el misterioso ángel
que solo enferma de admirar lo honrado
La cabeza del pan en los cereales
clavan en la oración sus ojos
para indagar en torno a los pastores
por tu rostro de grano triturado
Oh! harina de Miguel por este mundo
Dónde andarán tus cosas
Por qué polen
Sobre qué mariposa de arcoiris
-miel de parto tu boca-
Oveja con sed de la palabra
Qué ocaso de maderas inservibles
hizo del sol el día de tu muerte
En la cocina donde hirvió tu sombra
se hizo árbol el fuego maderable
Parió ese día la mujer del duende
En la conciencia de la prisión gimen
los hierros carceleros
El óxido que clama desgastado
y dio por tierra con tus huesos
olfatea el signo de hospitales
para buscarte por las sepulturas
No has muerto
Porque no has nacido
Nunca estuviste preso
Fue la vida
Te tuvo canario por un tiempo
Te aguantó la sal, la regulaste
La pusiste en el dedo de la llaga
En el hambriento
intestino floral de tu cerebro
hasta el día del delta
De esparcirte en semilla
Ser de todos menos de ti
Te cambiaste Miguel por Juan de todos
Ay! que corderos más corderos éstos
Juan
que Miguel
de tu hermano menor que te recuerda
Un álama pasa con su barco
Lleva Migueles cubiertos de vestidos
de entrecasa
Bajos altos redondos y sufridos
Van los desnudos con su calabaza
vacía
Los obreros con su miedo al fondo
del hambre
los cántaros los ríos
Una llovizna de Migueles pasa
queda entre nosotros
no se cae
Será que aquellas vides recuerdan
una uña de niño
que pudo
comer el sol redondo de la uva
y el medroso trinar en lo escondido
pero viniendo por el aire a salvo
el paisaje del pájaro
Ah Miguel más Miguel igual Migueles
Cuanta salud a macho
Cómo me duele por los moscateles
el vino que recuerdo dulce ahora
Cómo sé que nunca nos naciste
Que siempre has andado de esparcido
guiado por la brújula de alpiste
para el canario que tenías tatuado
detrás de cada ojo
En la garganta
En el coraje a pantalón y vino
Que tu oveja es la que amamanta
a los corderos que no balan
sueñan
Cómo sé que tu anterior materia
era de estrella pura
sin meteoro
De recóndito amor
en proporciones
equitativas a la miel y el fuego
Si alguien quiere en los Migueles
quitarte de la lluvia
no puedo
creerme en yo ni en mí
Ni en los botones
Ni en los zapatos
Ni en vestido a prueba
y quisiera morir bien desnudo
vestido en mí
contigo en religiones
Torre Miguel
cerrarme en tus rodillas
en oeste caracol toda la vuelta
sin que se perjudique la neblina
Pienso en tu barba de mayor
Abuela
En el humo del punto de las íes
y el trajin del tren de las palabras
Qué importa el invento de las luces
Tu usina propia no precisa lámparas
Las ideas no lloran en las cruces
En las palancas
claridad levanta
Miguel el corazón
Miguel la tierra






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