lunes, 8 de septiembre de 2014






AÑOS 90 - 99





En el cuello del agua

En el cuello del agua
yace silencio 
Poesía inscribe a los ahogados
Palabra por palabra
les recita el espejo
La córnea de horizonte
deambula
en el desasosiego del badajo
donde intenta la voz
El mar
verso a verso
cuenta hasta arena
Soledad
Espuma
La ficción de la historia en el tiempo
-desembarca a vanidad que baja a polvo-
Qué pasará en el libro
si el rabdomante ciego
con su horqueta
de verdad basculante
hurga en las mariposas
el país de los sitios
La silla del poema
Qué pasará en mi espejo
En el cuello del agua
En el olvido que parió al ahogado.





Juan

Juan
vengo a exigir verdad
He dicho a noches
-ante duda-
Borra ese nombre
Que vaya a solas
Arco disparado
soledad
pregunta
Ante rostros que respeto
Juan
cambié sombra
Palabra luminosa
intemperie
Ante lo que amo Juan
Qué importa el barra
La palabra sinuosa que nos nombra.





Lejos es el mar

Lejos es el mar
La sangre piensa
si el diccionario
donde se escribe sangre
dice llanto
Sinónimo
Las ganas de llorar
es la esquina que se arroga barco
Latitud norte
Mardelpan de desgarro
Los ojos vuelven a ser rostro
Echado de cimientos
el barco es en la tierra
-a puerta de casa-
un perro anclado al horizonte
La memoria hace agua
Olvido en los dedos
que discute entre náufragos
el querosene absurdo de las lámparas
de los que no regresan.





Qué invento para que mires cielo

Qué invento para que mires cielo
Qué sombrero de magia
Esta intemperie
Estos rostros vencidos por el llano
en esta sed simiesca incomprensible
Oh grito de tus manos en la punta del fuego
Dónde albricia el cadáver del pasado
cuando fuiste feliz un hueso
La semilla del árbol que no fue hace sombra
y los relojes
en su selva
como fieras cautivas en tu cuerpo
recorren cada vena inclaudicable
Oh fiesta de las máscaras del disfraz develado
Cuándo los pedestales del otoño
deshojarán
la roca que no pudo el terciopelo
Oh enorme diminuta pajarera sin pájaros
Tengo
de corazón
una gota de sed incomprensible
El faro de tu angustia deteniéndome barco
en la bahía de tus piernas
En la rada extenuada de tu cuerpo
que ha sostenido
amarrado a su remo
el embate de mar y las gaviotas
Cómo imagino un germen
Un remedio de senda
El primer paso
hacia descuartizar la empalizada
que obtura
la fe de tierra
el hambre de horizonte
-tu obstáculo de adentro-
Una sorpresa pido
Un milagro alienado
La religión del ecuador
para la catequesis de las alas
Y al vuelo
Al vuelo entonces
Cortar los viejos ojos y arrojarlos
Abandonarlos junto a los cimientos
que orinaron los perros
con que se protegen los traidores.





Si no te veo

Si no te veo
el tiempo
sigue siendo aquel viejo
Es fin de año y dije
que no lo sepas nunca
y sigo en este horario
para tu seno izquierdo
donde debajo gimen
mis besos en tu sangre
Ahora en el imagino
te tengo en mi
y se endeuda
el cielo si mañana
amanece descalzo
parecido a sin rosas
como fuera diciembre.





Señores solos

Señores solos
Ustedes saben
que a uno
le queda de la tormenta
algún lápiz labial
Un sombrero
la marca de la inundación
en los rincones
Y los ojos
Esos rieles
para trasladar al linyera boca abajo
Palpado de alma
Sumariado de espaldas
Señores solos
En la condena del destierro
con qué otra rosa brindar en la playa
que una mujer y siempre
que escriba
en la arena
te amo
con el lápiz de un dedo
de sus pies que besamos
Y mañana
el abismo.





Ante cuánta muerte

Ante cuánta muerte
nos debatimos
hasta el próximo ayuno
Hace falta que las manos
pongan en su lugar al corazón
y amamante el silencio de las rosas
para que en sus espinas
el nudo de la garganta
sienta que esta lluvia
es de dolor de cielo
y no puede saberse
con metros de la tierra
Nadie podrá robarte
El día que pregunten si eras cierto
Ninguno de nosotros
logrará hacer rodar sabiamente
algo como una estrella
y elegirla de mundo
De guarida ideal.





... y recordar que el tiempo

... y recordar que el tiempo
mueve la luz
y de la luz asoma
el brote igual a un niño
Que anda la espina
Jadea el pordiosero
Y los felices
damos la vuelta al perro
sin frustrarnos
Saber Bradbury en medio
como gaviota en tiempo de paloma
que la paz es un precio inaguantable
para entender al hambre
y aún andar por aquí con inquietudes
palmeándonos el yeso
de las alas.





Dónde está dios

Dónde está dios
si no a los pies del hombre
Madre
Casa del ángel
Usina de los besos
Quieta señal de faro
Dónde está la pregunta y su misterio
Dura el sol en tanta sed
y cada día el hambre
Y en el asilo de tus brazos
soy cruel de duda y sombra
Esta cosa sin paz que no ancla y sigue
sumando rumbos
Singladuras mordidas por la luna
y no arrebata del cristal un ovni
distinto
a la manera de tus sueños.





Me viene de las cárceles el olor de tu vida

Me viene de las cárceles el olor de tu vida
De país que ha mojado el pis de los gorriones
Es como si en tus senos me falto en la caricia
Como si al horizonte le dudara un pedazo
Converso con los hijos de la sombra
Fumamos
Lejanas lentes lejos
hacen vidrio de espuma
donde rompemos niños
que fuimos alejándonos
sobre huellas de arena
o no arena
en el barrio
En la plaza cercana de la vuelta del perro
Me viene de las cárceles el olor de tu cuerpo
sin más piel que tu cuerpo
Enrejado con turnos de tela que se muere
mientras tu sangre mueve tras el telón los hilos
y tus pasos escapan de ti para buscarte
desde la fronda húmeda de una cadera andante
Me viene de racimo
tu memoria en los hombros
fundada como el vino
con el color del ángel
para esas ebriedades que duran el silencio
de pez en las ojeras.





Cielo ciego

Cielo ciego
aún el recuerdo abrasa
El corazón tiene pena de sí mismo
No le hace falta al miedo pensamos
Como una gota de agua
repetimos su angustia
En lo fatuo de la fiesta
vanidad brinda
porque estamos presente.





Inevitablemente

Inevitablemente
luna
Canción
Cala del cántaro
Aquí
grita a llovizna del corazón
mi rostro
Silenciosa
la luna
baja en este planeta
cabizbaja de incendios y de pájaros
proscripta de la estupidez
pruebas
un bocado de risa
Los condenados
quedamos en escena
sobre el cadalso diario
Perdóname en el rostro y en las vísceras
Luego de la muerte de la infancia
los ciegos y los pusilánimes
mutilan a las vírgenes
con juegos policiales.





En el naufragio

En el naufragio
Hay que morir un poco cada día
desde el ojo de buey que mira al cielo
Después dudar que la palabra exime
y de pie
morder la tierra que al final nos salva
Si nos pasó entretanto
fue la vida
Poesía no tiene
culpas que expiar
ni duendes
que se prestan a magia
Si la intentamos
algo nos sucedió
Algún hueso quebrado de la infancia
Es la vida
Lugar de la intemperie.





Si me desnudo

Si me desnudo
tu andas por ahí
donde esas puertas
caben mi ridículo
Duermen en otro sitio
lápices que dibujan
Mi yo pasa al costado
con la vergüenza de quien lo recita
monje
Trastabillando
soledad me nombra
y parezco mentira
vestido y transpirado
y acuso al deforme del espejo
tan parecido a mí en su vidriera
Sorbido en colectivo
Como un pájaro
sin nido
Yendo a ninguna parte.





Cuándo serán las hojas de los árboles

Cuándo serán las hojas de los árboles
para escribir el poema
y después otoño lo vacíe
Lo haga del pueblo
Como deshojado
en la boca de todos
para ir por más
Pelearlo a lluvia y viento
por los que se encolumnan en la aurora
esperándonos.





Tantos Octubre

Tantas veces octubre
y el cielo sin las manos
El rosal ha llevado la muerte del invierno
y vestido
posa como ante un marco
Paletas de insilencio
mezclan en la distancia
los colores del árbol
Las manos del siglo
Arañando el abismo
clavan en almanaque
lo que pasó en la nube
Más allá en la tierra
ignorada de mapas
se regodea el hambre
en la alegría inconsciente
de los niños ventrosos
La ciudad de los hombres
tiene cielo (cerrado)
Luna para domingo
Memoria sin abuela
y el precio de la vida
tan capaz en la muerte
que el negocio no cierra
sus balas ni las fosas
Octubre cuánto he visto
de amor imaginario
en la sonriente escarcha
de soportar la vida.





Tengo que decir la realidad

Tengo que decir la realidad
Ponerle nombres
Comprarla de recuerdo
Hacerla responsable de la roja
manera de la sangre
que es azul en los dedos de los labios
Luego descansar de la semilla
que hacia la tarde
primavera invita
a mirarse en la luz
Debemos estar en la muralla
y su memoria
Aparejar el barco y los caballos
Pedir por tierra al mar
al mar por tierra
para que la cosecha nos libere
de la duda del pan
y que el hondo
sentido de la vida.





No la carta que escribí con las palomas

No la carta que escribí con las palomas
ni cielo sobre alguna palmera y poco sol
ni tampoco rincón sediento humo
El remolino donde resaca deja lo ahogado
es un olvido más
recuerdo que tiene gotas
mojadura mirada
Un relámpago que se enfurece
y al encontrar niños
dobla los cabos de furor y amadreselva el vientre
y hace tormenta de pequeña voz
cuchara cerca aldaba lana bruja
riego en los ojos
fecunda luz no lágrimas
No escribí con un tigre tatuado en carne viva
ni con la gris cigüeña que trajo a mi hermanita
Escribí con un barco al mar
con el dueño de la estela
patrón de lunas y cigarras terrestres
Con robadas sirenas que no abrieron las piernas
para aplaudir las nueces
Dije que te escribí con el amor
y he roto todas las semillas
Mañana ozono mojará sus aguas
Su vida de cartón
Y los teatros
donde se ovejan todas las historias.





Busco perros en el corazón

Busco perros en el corazón
Perdidos oradores del crepúsculo
Esas narices que se han ganado invierno
y tengo que evitar en la sonámbula
estación de la sed
En algún lugar diurnan sus colmillos
porque a veces mi voz sale a lenguas
de haber babeado catástrofes del bosque
A perseguida luz de altas copas
donde el relámpago del sol
es sólo viento que agotó las alas
y dejó estremecida muchedumbre
al silencio del árbol
Por allí ando esa perdida eternidad
que busco
silencioso
En secreto con las alas con que no me he visto
y es ante ustedes paredón de rostro
al abordaje
de una pluma
y se pregunta
en qué vuelo perdió
que nos quedamos sin infancia.





En la sala de la raíz

En la sala de la raíz
Internado de sombra
Voy por los laberintos
hasta dar con los ojos de mi padre
Miran al sol
callados crucifijos donde nos parecemos
Hay que ayudar a los recién llegados
para que no transpiren
calmando a los canguros
que en el rojo misterio de las horas
rozan la voluntad a cielo abierto
Estoy pensando en el color del vuelo
Para intentar sobrevivir al pájaro
que es la única manera
de imaginar la vida
Corro
desde la piel al día
Desguazado del mar
Arrojado de sus labios
Padezco la sintaxis de la ola
cuando arma en su lenguaje
la humillación humeante de la espuma
Olvidado del ancla
Náufrago de pregunta.





Si quedara tiempo

Si quedara tiempo
Para la equidistancia
de saber
que el supremo hacedor del abismo
es sólo esto
Tiempo para no comprender
Fácil sería pensarte
Acaso esta guitarra sería mi pañuelo
Nadie ha hablado de lágrimas
si de cosas
y en el medio
la casa del amor
Qué poco!
Si quedara tiempo de pensar la rosa
si el viento que fue
Si quedaran rosas sin pensar el tiempo
y no nos perdonaran
Qué hermoso!
aún sería mañana imaginarte.





Se habla de dios

Se habla de dios
y en el hombre algo se arrodilla
El frío es este miedo de transgredir los límites
Todo se paga aquí
El tiempo
cubre a la historia con su polvo
pero el espejo ahora no devuelve una lápida
sino un rostro
Este ser de familia y entre amigos
Su ceniza es del tiempo viudo
Sólo el horror con que se conmemora la distancia
repara a este hombre donde fue persona
Ha de haber un silencio
unas rosas
para la única víctima
Afuera dios no duda en los que creen
Su ausencia no se nota.





Un silencio

Un silencio
como si hubieran entrado a robar
te está escuchando
Cuando hables
diré que la verdad en la ventana
es triste
Un lejano peldaño fotográfico
donde arriba es distancia inalcanzable
Ahora es importante
recobrar la memoria
Explicarle al eclipse
que algo se ha roto
y el sol
es ajeno a la dicha de la lluvia
Nada debe importar
Si los regresos eligen a la duda
nos quedaremos solos
Es mejo
Digo es mejor
y muerdo
los dedos en las uñas.





Ir a robar

Ir a robar
a quien tiene la joya
Ir a las viejas lunas donde el dolor es pálido
Volver a lugares que habitaban los dueños
Duendes
donde el asombro era ángel y vecino
Ir a robarle al olmo las peras de la infancia
A un árbol
a cualquiera que padeciera el fruto
Al dolor esquivarlo
como quien lo ha dejado
colgado en el camino donde ocurre la vida
Hay que robar secreto
En qué otro calzoncillo la espuma
El recuerdo del coito penúltimo y sinuoso
de tus ojos arcaicos preguntando la muerte
El cisma de cruzar el milagro.





Afuera del agua

Afuera del agua
la lluvia
pregunta por tu cuerpo
Es de vidrio vigilia
el plumón de mi mano
De papel que se moja
De inútiles palabras
en la tarde sin párroco
A lo mejor se pinte
el rosal
y secreto
sea color de lunes
y la muerte
perdone a los relojes
Ahora que silencio
tiene sonido a gotas
y ha venido de llanto
la ausencia de tu cuerpo.





Caperucita

Caperucita
Siento olor a puma
A dolor transpirando los ojos
A manos contra puertas
Siento la inermidad y el abandono
todos los días del niño
Falta sol para respirar entre los hombres
Ahora sé
me derrota este olor a sospecha
Esta intranquilidad me pone huero
Transforma la semilla donde busco a mañana
Sierra árboles
Agoniza de río
Roba la cabellera del sauce
Diseca al mar y es sal solo y peces
Cospeles de reflejo sombra
Quiero despertarme
y está ocupada la montaña
Nubes
fantasmas de nosotros
hechos de los metales que han forjado a los héroes
Sol donde tu mirada era cueva de luz
imposible refugio de la sombra
canción gorjeo grito de tren pasando
Caperucita intranquilidad es todo bosque
Buques aviones ómnibus de sospecha
Transporte de semilla de la sangre
Oh Caperucita cuánto roto a palito
a juguete sin dueño
A quemado legajo donde sirve la vida
Los cables y las fotos lloran
y desde el campanario las palomas intentan
preguntar a dios dónde está cuando la mordedura
Oh solos
cuánta mugre que no puede bañarse
hace este olor de mí que no he llegado a hombre.





Tu alegría es un río

Tu alegría es un río
No te puede dos ojos
Qué hacen los ojos de las nubes
Pasan
Y con los peces la ribera?
Pasas
Sin foto en que guardarte
Sólo piel sin guardarte
Qué hacen los días sin saber
y el hambre
buscándose encontrarte
Qué hacen con tu alegría
sin saber si hablas
para que calles de la piel
donde se tiembla
y el irte
significa el suicidio del instante
En lo impronto de tus ojos cae
la callada magnolia
celeste
casi de asombro como si dos gotas
Sólo por recobrar de la memoria
sus hilos infantiles
esos que ahora utilizan los niños
-se te nota-
enredado a tus pies la sed y el ángel
Es bueno pensar
que vienen desde el cielo
o que pasaron por el cielo
cosas
que agitaron las aguas
en donde nos ahogábamos
Han cruzado celeste
por esta miniatura
este relámpago
Hasta es bueno que elija
madrina a maravilla
Suponiendo que el ángel
tiene un rostro
Una voz con palabras
que pueden develarse
y quedar a la orilla sin destapar los frascos
que no guardan la alquimia
Es todo lo sencillo del brote
-aunque el invierno-
Eso es lo bueno del rosal ahora
donde sigo esperándote.





Carta para Carlos González

Hace varios poemas que no nos encontramos
Hay silencios
Lagunas
Pero este es un viaje
Un tiempo en que se cruzan
todos los continentes
Es probable que un color de arcoiris
Algún color caído del país de los gnomos
haya doblado al cielo al fondo del camino
y el horizonte un poco
y otro poco la vida
sumen puertas y ojeras
Vidrios de no romperse
Allí donde la escarcha tapiza los afectos
y resbalan las letras sin armar la palabra
y estés seco
Palito ante el gran fuego de lo absurdo
Sin poder la garganta donde el grito
hace la bienvenida
y ovaciona a los párpados
dando a flor al amigo
Hace cuánto no leo
-por el temor a veces-
ciertos sobres escritos por silencio
y el mundo aún es redondo
y verdes las esquinas sin madurar tu rostro.





S.O.S

S.O.S
Fraguan las costuras los auriculares
la pómez de los días
Un sujeto corcho saca la lengua apenas
en la tierra
y quiere ser del agua
del pesado mercurio envasado
para curar la risa abstracta
Detrás de los biombos
opongo al sol las máscaras
y sintonizo
vía propia este desvelo hertziano
Imperturbable
se ha subido a la lámpara
la noche
Debe hacer un silencio afuera de la estrella
que los pájaros de rocío
tienen miedo a dormirse entre las lágrimas
Recién está llegando el reloj a estas horas
no bien desaparezcan los fantasmas
volverán los miedos a pintar los contornos
No ha de verse en su obra tristísima
nada menos que niños yendo
hacia la boca del dragón
¡¡¡DETÉNGANLOS!!!
no puede ser su destino el de las vacas
Algo me dice el por qué de la radio
Alejandro ... Alejandro
que lejosmente amado nombre.





Los perros cantan hacia fin de año

Los perros cantan hacia fin de año
Tienen claro
que algo anda en despedida
Los perros saben
que hay que hacerse un traje
y cuidar los cachorros de los cerdos
La buena harina
y frutos inservibles
Aún ayudan cantando
a los que limpian nuestras chimeneas
para papá Noel y sus regalos
-no ha debido enterarse Bebé en su tumba-
ni el bretón de mi nieto
que ha dado a las noticias policiales
valor de transeúnte atropellado
El perro del vecino está cantando
e imagina el trineo de su infancia
mientras prepara su collar de plumas
su arnés pintado Alaska
Su esquimal mezclado
entre sombrillas y arena
Con el mar hasta aquí
y ningún témpano
No importa
Los relojes se distraen
se encluecan los augurios
como que es cierto
que no somos nada
Que somos buenos sin dudar
y lo hemos aprendido hasta el seis de enero
Qué hermoso
en la otra cuadra
una muchacha
pide limosna porque la divierte
la solidaridad y el desengaño
Algo no anda bien
me parece
que no se puede festejar
sin estar todos
Los perros ladran
Sancho
Señal que el lazarillo se ha enterado
que somos ciegos
Pocas cosas se logran de rodillas.





Arco y flecha

Arco y flecha
Disparo
La mañana
perforada de seda y acrobacia
No cabe preguntar
No es la respuesta
lo que falta en los ojos
Si no su ausencia
abierta en primavera
para que mida el cielo su distancia
Es probable que ocupe del alero
la antigua casa de sus padres
y se llegue hasta aquí
buscando el aire en celo
que lo lleve a su hembra
O tal vez al revés
Y la muchacha
que arde en los altos sueños
lo enamore
y allí
ala con ala
programar el nido de la sangre
Un poema de dos hecho de píos
Volando y transatlántico
Ajeno a las palabras
Escondido en lo absorto del paisaje.





Vuelvo o no me voy

Vuelvo o no me voy
No sé
Imagino
Puerta doblando a campanada última
A corazón guirnalda
Farol chino
Cuánto mañana no seré
o acaso
con asombro del duro me pregusten
perros del amo que persigo a ciegas
y ladran por azoro
al verme afuera
en altas horas
mientras todo duerme
He vuelto de mi vuelta en un oído
sólo para escuchar si están las rosas
que han de ser por allí
donde no veo
y se parecen tanto a lo que miro
Siento que es bueno remover los pasos
sin gastar los zapatos
ni el camino
Esta baldosa floja de la infancia
se despierta en la lluvia de los ojos
y habla con mi raíz de mis problemas
que Bibiana no entiende de mi rostro.





Tu rosal no comenta

Tu rosal no comenta
la soledad de los regalos
Tengo pena en los pies
delante de tu casa
He perdido las lunas
que recuerdan tu ausencia
-pero no el miedo-
Esa coartada estúpida
donde la sangre escapa
del laberinto pálido del rostro
Te comento el rosal
porque tu puerta
es la misma cerrada
Ahora
casi todos sabemos
que han de abrirla otros ojos
Te pienso en mí
y hablándome
repaso los plumeros
que arden de inercia
al socavón de un clavo
y habrán de festejarme
Seguramente ha sido
y ha de ser
si no el hombre
Hermano
Y los rosales lejos
tan lejos
y tu tumba
sin una flor siquiera
que diga que allí habitas
dueño
Ni hable de cuántas tienes
sabiendo que son tuyas.





Sombra o pájaro

Sombra o pájaro
O perdón del insomnio
Recuerdo de cierta hora que repite su gracia
Cocodrilo infinito de dientes que devoran
No han de lograrlo
Hay alguien parado ante la puerta
No detenido
El tránsito reposa
expectante en el goce que saborean los mapas
Sólo inventa un paisaje
y luego lo recorre
como si la esperanza repitiera su casa
y se vuelve en sigilo
sábado de la historia
Mañana Stradivaria
Un violín melancólico
La tenaza del aire medita en las ventanas.





Quién baja un ángel a serenar la angustia

Quién baja un ángel a serenar la angustia
saco la sombra a pasear por la casa
mientras pisa el espejo
su sangre en la memoria
Ha pasado un intenso día
Los anteojos se acusan de vejez
y se mienten las paredes a espaldas
sosteniendo en un techo la soledad del frío
Busca el miedo al esposo de la ausencia
La soledad es poca
aún falta el gran silencio
Los optimistas lloran en la puerta de casa
su recuerdo del pan
Mañana será de otros
Nada ha de ser con guantes
A la hora de hablar con las luciérnagas
que se salven del polvo.





Levemente paloma

Levemente paloma
La galera
estira al pensamiento
Una ilusión derrama los pañuelos
que caen de agua
mientras musica el aire
luces
Un árbol pide por el pájaro
afuera
en la vereda
donde cornisa ofrece
nidos a cielo abierto
La magia primerísima
de libertad
El riesgo de hambre
al precio de ser vuelo
Mañana en la función
con una rosa
el mago
tendrá que imaginar una paloma.





No canta

No canta
No vuela
Pluma
Llora gallina
pájaro de mudez
Allí quedará el silencio
y nosotros de tierra
envidiando
no ser siquiera eso
No es posible bajar las estrellas
El estante de cielo guarda luna
almacena
solos de libertad
para los pájaros
que desanclan del árbol
la luz.





Me siento en el nombre

Me siento en el nombre
para verme pasar rostro
Mirarme
el canal pensativo de las venas
que cruza bajo el gesto
y me lluvia dolor el puente
La costosa memoria de ser río
Como mala palabra
corazón se apersona mal vestido
Una ecuación de harapo
recorre la garganta del idioma
La voluntad que tiembla por mañana
mientras mira soledad
-muchacha mía-
en su libro de cuentos los dibujos
y olvida las palabras
Todo ocurre en silencio
-cuando insomnio-
Cuando cruzo el umbral desprotegido
Cuando parece
que es más sano salir por la ventana
después que entre los ojos y la muerte
sólo un paso de baile nos separa
Una ilusión de amor desvanecida
con su perro a la zaga
Con esa boca sensación de miedo
de gusto azul
probada en el invierno.





Dejen la puerta

Dejen la puerta
en los cinco costados de la piel
Sola
Al viento
Que decidan los pájaros
sus árboles
El bosque
El espejo dormido que sueña la distancia
y a veces pesadilla nubla
Que no puedan los hierros
que urden en las ideas
cambiar el paso de su umbral pensativo
El rito del abrazo ni la caja del beso
y sea de agua el hambre de la palabra
si deambula sombra en la sed
con frases enchapadas
El espejismo
donde esconden su garra los sabemos
y coartan el vuelo hacia el nido
de libertad.





Ay MardelPan

Ay MardelPan
Fue verano
Otoño
Primavera sin duda con llovizna
Está la luna aún
-como esperando-
Vendrá Alfonsina
Posará de pluma
Volveremos de amarnos
Nos mirará las manos
en su largo país
Con la inocencia
que da la paz del tiempo
ha de entornar los ojos
bautizando
solo de poesía
En fila hermanos
No se inquieten
Hay que volver a casa como siempre
a comprobar
si espejo es nuestro amigo.





Huye silencio la luna

Huye silencio la luna
Rotos perros
echan frío a la noche
Con los cuernos
calados hasta las orejas
gira el ciervo
El atavismo de la noche vuela
lechuza contraluz
Todo párpados
Nadie cierra su olfato
A la orilla del viento
la cierva se pasea
de vestido blanco.





Qué palabras

Qué palabras
al abordaje de tu rostro
se salvan del naufragio
Qué bruñidos metales de cubierta
atraen la atención
Te llevan
Oh mirada de barco
o es el rolido
Cuando arrojas las redes
el lance de tu cuerpo
deja
peces en la vereda
Ojos de vidrio
vueltos hasta el silencio.





Repartamos la sopa

Repartamos la sopa
Puede esperar el brindis
en el cajón de vidrios
Las arañas que miran
desde el cielorraso
han escuchado todo
Son felices con su menú de mosca
Desde ellas somos el débil más abajo
Decoremos la mesa a copa caída
con un solo apagón
En las cucharas suben tus ojeras
Tus ojos son las teclas que imagino en el piano.





Cuando Borges pronunció má

Cuando Borges pronunció má
por primera vez
el silencio terminó la palabra
Luego escribió en las líneas de sus manos
horóscopos de hombres remendados
Después que los cuchillos
amalaran la tinta
florecieron
los rincones históricos
y los avergonzantes conventillos
Entonces
preguntó a buenos aires si quería ser ciudad
y se puso antes en la foto
-mucho después que Pedro de Mendoza-
para fundarla
-como corresponde-
y llevársela al mundo
para que no pareciéramos mentira.





Te miro de mar

Te miro de mar
Lo silenciosamente agua
La arena de tu paso cruzado
Mariposa sobre flores rotas
Todo el color del sueño
no puede con tu fuerza
Para sobrevivir
la fuente pide al fuego
un incendio
La pequeña ceniza del recuerdo
donde fue la palabra
Una voz verde
eco del silencio de la espuma
Sólo la noche permanece intacta.





Miro la ropa al sol

Miro la ropa al sol
Tu geometría
bailando sola en brazos del alambre
y a contraluz te visto triste y sola
pensando en la vereda
Vendrá la luna y pasará mirando
cómo sueña en tu cuerpo
a primeros de sol la primavera
Estará allí tu ropa hasta disfraces
porque tu cuerpo salta de las olas
del pez delfín y la humillada calle
mágico de pañuelos y de alfombras
Bucles del corazón como una madre
que encierra en un niño en mí
para que sepa
que hay sagrado en las cosas intocables
Encenderé el balcón
pondré vigías
Náufragos encontrados delincuentes
sin decir que soy quien paga en luna
lo que canta tu ropa y danza el aire
A lo mejor se oponga tu recuerdo
y en el andén del corazón te calles
para no confesar que anda en tus ojos
una noche que corta como un sable
y que al volar para sacar la ropa
se desnudó en eclipse con tu talle.





Puedo

Puedo
no tener para comida
De aquí no me sacan
Puedo
bajar los ojos
a esa puesta de sol
Allá el cielo
Llegaré hasta sus puertas
Puedo
si allí anda dios
preguntar por ustedes
al no de sus respuestas
e irme a mi lugar
con esos todos
que hemos sido el comienzo de la historia.





Es posible tus ojos

Es posible tus ojos
de color no me acuerdo
por mirarte tan rostro
y despues qué me importa
al medio de los días
Sólo por nublarme
busco su sol entero
Lo sabes y hace lluvia
Y se arcoiris la tarde
Y hace pie una estrella
cuando viento se calla
Sé que llama el ocaso
y es ceniza del día
El fuego son tus manos
como dos y el incendio
Verderá el horizonte
de arrebol silencioso
Allí tu voz de pluma
ha de anidar la rosa
No sé cómo se llama
el color de tus ojos
Pero es mejor
Ladrones
pían fingiendo a huérfano
Aquí estoy tu recuerdo
Que es decir en la cuna
de mí recién nacido.





Qué hora es

Qué hora es
Qué filtro entre pañales
Qué aurora demorada
dónde han hecho los siglos
la señal de la luz y de la sombra
Qué momento es este
en el duro país del desconcierto
Cavo en mi huelga de hombre
y encuentro una cuchara
y los dientes de leche
porque no me sirvieron
cuando eran de otro hambre
No hay recuperación definitiva
para el que ha podido
la enfermedad del vuelo
La recaída es el golpe
Dar al centro del caos
-como en una mil hojas-
y acometer la amnesia
por si dios
La pared
aunque vidrio
exige el otro lado
Los que lo han habitado
más allás de sus lunas
temen a las abejas
por precaución al dulce
y no han vuelto.





Esperándote

Si vinieras...
hay un par de cadáveres
sonriendo en la cocina
La prótesis de un ajo
y unas hierbas
restos de viña
entre otras malezas
para intentar un túmulo
y hacerle un epitafio
a estas estrellas
Si vinieras de abrazo
en magnitud de asombro
a enaltecer la danza de la cena
En la noticia policial del día
una paloma
Sólo una paloma
sería alarma para el vuelo de todos
y mañana de blanco
¡Qué gran novia!





Cuando imagino un templo

Cuando imagino un templo
miro la casa de un amigo y paso
Cruzo piedras del ruido y del silencio
Cuando imagino al sol
busco un hermano
que tuvieron mis madres allí afuera
Junto la soledad
la envuelvo en bronce
Acaricio la estatua que imagino
y salgo en pedestal como dos hombros
Subo ciudad
bajo ciudad a saltos
picoteo en gorrión la miga dura
sueño amor de paloma en las cornisas
Cuando imagino en hierro
toco tiernos
lingotes de estructura inconmovible
Edificios con lianas y garrochas
para en puntas de pie
para los ojos
Cuando imagino la palabra
llamo
y encuentro demasiada la presencia
de aquellos verdaderos de la misa
Entonces tengo la palabra y tiemblo
Tomo temor a sorbos y la cuido
para decirla entera
para que no se mate.





Vendrá mi corazón a no decirte nada

Vendrá mi corazón a no decierte nada
Esa memoria
Mi pobre corazón vendrá a tus ojos
Se pondrá ante tus ojos
para que vuelvas a mirar a los pájaros
que alguna vez amaron tus palomas
Vendrá mi corazón para adiós
o para bienvenida
Estará allí
de pie
con pequeñas penumbras y algún fuego
que justifique el hecho de hacer sombra
Digo este estar de pie
para que sea
la hora
Esa frase
de decir las palabras que no sirven.





Quiero saber urgente

Quiero saber urgente
quién sos
cómo andas
Con quién recorres los nombres
Preguntarte
                           preguntarte
                                                      preguntarte
No sé si la idea cabrá en una sonrisa
o en el entrecejo preocupado de tu ventana
Pero no me interesa
Lo importante
es imaginar un rosal frente a tu casa
y vos tratando de componer las manos
para alcanzar la rosa
sabiendo alguna espina
Quiero saber del tiempo para allá
Qué haces para que pasen las cosas
Y no llegar a preguntarte
por qué dejaste de reir
nunca.





Habrá que preguntar puerta a puerta

Habrá que preguntar puerta a puerta
de quién es esta ropa
Adivinar en las miradas
Qué se esconde
Soltar un pájaro
una campana
La manera de saberlo
es comparar las hojas
del otoño de ayer
a éstas
que miran verde
y encontrar lo que saben del viento
Lo que callan
Preguntar gritando
-que no escuche el miedo nuestra duda-
Pensar que es un árbol desvestido
Este atado de ropa.





Estoy mirando el número de tu calle de luna

Estoy
donde siente la niebla
los pies de los faroles
Olfateando el asfalto
para morder su sombra
y apretar los incendios
Para hacer una sangre
fuego total
Más alta
que el miedo o la pregunta
de haber juzgado fósforos
Estoy mirando el número
de tu calle
y no puedo
sus iniciales últimas
Ese juego de luces y de sombra
de las cosas
donde prueba tu rostro a ser misterio
Despreocupada rosa
Estoy mirando el sitio que miré
como al sueño
de tu casa hasta aquí
El envoltorio
que contiene los fémures
para darle a la historia
ese paso de baile
Estoy mirando el número
y no sabo
ni leer ni escribir
este recuerdo
He olvidado los sitios
Los lugares labiales
del asombro
Estoy de pies y manos
Por el grito de ser.





Qué solo tengo desde haber dudado

Qué solo tengo desde haber dudado
las ganas de durar
Qué solo tengo en propiedad privada
Enajenado
el sentido de reunión de poco
y temo desde dos hasta que grito
Qué solo tengo al upa del costado
hasta temo por él
por su futuro
Qué solo soledad
Vallejo amado
Qué hortelano
Miguel para los frutos
Yo
vaya a saber qué muerte me ha matado.





Cómo será la muerte

Cómo será la muerte
lloviendo
Agua de luna
Noche
por la sombra
Cómo será la tierna
mojadura del árbol
entregado a su sitio
De pie
pero en verde quietud
y no en la tuya
Padre
cálido
caído del temblor
Olvidado del ángel
Cómo será la muerte
cuando el sol lavado
nos encuentre
César
no en París
si no
aún
en ésta del dolor
por donde anda Perú
Latinoamérica
Digo
aún
que parece
no pasar
o sólo
anidado
Empollando
las dudas
y sus duros
dientes con caries
Argentina
Dejándose morder
perramente
los ojos
Vallejo
para no ver
la cama
donde duermen
los jefes
Esos miedos más antes
de los que mandan
por aquí
algún lado
Padre
no vuelva usted
Quédese
bien muerto
Está allí
para que no lo sufra
este silencio de animal
atado
Llueve en el silencio de no
amainar
y el sueño
seguirá siendo eterno
pañuelo
Y la central de Atucha
lo más bien con árboles
alrededor
inocentes
porque la muerte es
justamente
en su sitio.





Canción más difícil

El sol juega
con la mariposa
Niño del fuego
con la niña de alas
Se quitan los colores
un ratito
para asustar al verde
de la alfalfa
Luce azorado el sol
Celeste el ala
Verde está el alfalfar
con flor volada
Se cansa el sueño
de buscar la tarde
Haciendo lejos
el arroyo canta
Con la primera estrella
hace secreto
la noche sobre el agua
El sol se va a dormir
-largo horizonte-
la mariposa
de un cansancio de alas
y el alfalfar se posa
oscuramente
en el insomnio lácteo de la vaca
Entre el verdor de su violín secreto
lee el grillo el amor en una carta
mientras el estribillo del remanso
da vueltas con el barco de una rama.





Entre comprar zapatos

Entre comprar zapatos
o un tigre
es mejor un amigo
que no tenga
nada que perdonarnos
Una mujer que tenga
algo que perdonarnos
y un dolor de cabeza
en el corazón
Un nombre cruzado
en el pañuelo
saludando a la vida
o un sombrero
para olvidar los cielorrasos
Entre comprar misterio
es mejor
aumentar el capital de duda
Poner a plazo fijo la palabra te amo
y firmar documentos
del banco de una plaza
Levantarlos con flores
e imaginar persianas
en la caída de ojos
de la primera muchacha
Entre comprar un tigre
o un perro al sol
es fácil
elegir el camino
e irse descalzo a casa
Por si el terror descubre
zapatos extraños
que en Gulliver intenta
el enano
en el día mundial de las pisadas
Y guardar en los muebles extraños
de la abuela
la carta que los pájaros
escribieron del vuelo
y todo el canto de libertad.





Mar del Pan

Escama sueño
pájaramente el óxido
Pájaro ventanal
Pájara puerta
Puñado de ninguno que se entierna
de mirarse ciudad
y volver villa
Lejanamente duda
y no encontrar madera de naufragio
que identifique padres de la herencia
Pueblo vitral
Vecino de sí mismo
Tu pariente el olvido no perdona
la forma de pisar a los caminos
En el triste ofertorio de la nada
los familiares dunan la esperanza
que viento a viento va
cambiando el lugar
que la paloma busca para nido
Sueña la golondrina
aprender en un día tus postales
y destensar el arco del alero
y disparar su flecha de pichones
Sueña de todo lo que sueña el sueño
por mitades que hacer
y cuenta cosas
de donde duerme el corazón sus llaves
Gateando
desde la copa del amor
los niños
bucean los ríos de tus calles
para ganarte al mar
y la vidriera
Que te muestre tal cual
Sin artificios.





Pienso en tí como un niño

Pienso en tí como un niño
Como un árbol que sueña
Como una mariposa
que se extravió en verano
Pienso en tí de rocío
De nombre de la noche
De aquello adolescente
que olía hasta en las manos
Pienso en tí demorado
Urgente como el rayo
Saliendo del colegio
Cruzándote en mis ojos
Y también como el sitio
Lo elegido, el peligro
de pisar en la hierba
como en un viento verde
Pienso en tí con la ropa
con el pelo y el hambre
Cuando te desvaneces
al cruzar la vereda
Con un ruido simple
como el color otoño
Te pienso cuando cierra
la golondrina el aire
y queda en un silencio
de último sol la puerta
Algo pájaro cruza
y también la sonrisa
se agita como un brazo
que saluda a la tarde.





No quiero seguir al elefante

No quiero seguir al elefante
Ni a la manera gris de su cintura
El elefante no es un espejismo
Es un montón de gris que abre la boca
y come la alegría de la selva
con su alargado enojo acompasado
Después se va a la siesta
a embarrizar su cuerpo viejecito
El elefante viene a demostrarnos
que es el más grande y eso es peligroso
No se puede tener esa estatura
y recordar el hambre
No quiero seguir al elefante
porque pisa redondo y arrugado
y le teme el león
Con la piedra mutante de sus ojos
Con su caja de garras y cuchillos
y su nombre de rey espeluznante
No quiero seguir al elefante
porque con él no puede la cigüeña
desde París a aquí en el horizonte
Porque no tengo miedo a mi aventura
pero imagino su hambre candorosa
Ese mirar al cielo y ver comida
Casi ponerlo a dios como a su imagen
En la selva los hombres somos niños
Marionetas de lianas de sospecha
Corazón de temblor por lo pequeño
No quiero seguir al elefante
porque puede pensar
en lo que cuesta su marfil
-el que confunde-
al amor simplemente
a la esperanza
de salvar entre todos la inocencia.





Ah el mar

Ah el mar
Aquello que escondía tu nombre
y había que ponerte
recuerdo
Tenerte el espejismo
para las dos miradas
que mar a mar suceden
Ah el sol
que mar a mar te esconde
Hay que arrojarle
el frasco de los brazos
por si llegas
poniente hasta la orilla
Tristeza hasta la orilla
del mar
y te contemplas
Regresada
a ocuparte otra vez
de ser tu nombre.





Vengo a dormir con vos

Vengo a dormir con vos
Cielo en puerta
dice que estás celeste
Un aeroplano
para bajar las uvas de la nube
y lluevas de mosto entre los brazos
De vino joven
como fue
Qué importa
que a la madera del ayer
(el tiempo)
le haya restado brillo
Los laureles
son de mediocres menesteres
Vamos
hay una orilla apenas
La penumbra
nos puede preguntar la hora secreta
y sabe que han pasado dos mil años.





A mi madre

A cuántos kilómetros de la voz
tu silencio
El ruido de tus ojos
A cuántos silencios de alrededor
años luz de aquellas irrepetibles
secretas en mi piel
A cuántas manos que no podrán sentirse
tus pañuelos con música
a tus pasos con cielos decorosos
a tu sed de lugares
a tu viento muchacha
A cuántos puntos suspensivos del jardín
De lo que no se arregla con flores
-sola del recuerdo-
viento mío
El velamen arredra
y el mascarón de proa
baña en tu nombre el cuerpo de las olas
y luego es mar
Inmensidad celeste
lo que miro en tu rostro
desde tierra.





Quién busca ojales

Quién busca ojales
para hacerse el saco
que imagina su muerte
Viudas manos
Cerrojos
Dentadura de obelisco para babear aviones
La sanguijuela sorbe cieno
imaginando barro
Todo barro
Tiempo sumidero
para la concreta soledad de estiércol
Suban abajo
A las costuras
a desarmar aquel primer despunte
A preguntarle al viejo y a la vieja
por aquella locura
El producto de avión no ha decolado
De trencito a cuerda no movió las pilas
ni puso en marcha su caricatura pinocho
Ahora la noche pide ayuda
No hay silencio américo
No habrá silencio hasta cruzar la esquina
donde están los semáforos
Hay que esperar que enciendan la advertencia
y den paso
Luego cruzar rápidamente
Como si un estallido
O una estrella en un párpado
sentada
sacara la lengua
a la incomprensión de los vecinos.





Como entre las orejas del recuerdo

Como entre las orejas del recuerdo
o en el pozo de la muerte
Como un hueso olvidado
Escondidos
donde no nos imaginan
y dormir
aunque la mala hora regurgite
obreros preocupados
y la memoria de los hombros sume
la miseria por dos
Tirarse ante la escoba
y dejar que allí asuma
la realidad
una clarividencia
De pronto
como a olvido
hacer un ovillo con lo último del cuerpo
y sentir que ha perdido su batalla
la responsabilidad
y patear el sombrero
Quedarse con las moscas
que no pueden preguntar por el tren
A qué hora del alejarse hay que dormir.





Hablo de las piernas de mi madre

Hablo de las piernas de mi madre
A su oración del sueño
Del costoso color rosa de su vida
De su camisa huérfana
De sus pájaros aún
aquí
Ella
qué simple recuerdo
Ahora que comprendo la multitud de estar solo
en el navío de párpados del desconcierto
Cómo arropo la segunda niñez
y examino la sangre de paloma imposible
Si han inventado los candados
los cerrojos
y queman su cintura de muchacha
vuelta a repetir
Expatriada con sigilo
Puesta en venta
En oferta
para un día elegido
Qué hago con mi madre
negociada en esta historia
Con sus besos que deben haber sido
Con el planisferio de su foto infinita
cayéndose a las algas
de este profundo mar
donde se eligen los naufragios
Oh esperanza
de cambiar las cero de la noche
para que se haga
el mejor infinito.





Este amor

Me viene
de una muerte anterior con las gaviotas
Este mar
De los pasos del agua
finos y en rama
Dejados por la noche
Calmados por los pies de la memoria
Tiembla
en el aceite azorado de las lámparas
que amaban el insomnio
de los dueños
del lenguaje del viento
Me viene de la sangre a la piel
donde se abraza
a antiguos pescadores de la L´Ametlla
Atestiguado en la bitácora
que dice nuestros rostros
lejanos de la tierra
y amarillos de tiempo
Este mar
sudado de manos y redes
con la vida en su vientre
y pañuelos cosidos al regreso
Estamos todos
en la fotografía de horizonte
donde la historia puede el lápiz
de dibujar
y quedar anidando
para empollar mañana
a los que vuelven
Amándolo
con esta sed.





Natalia

Cierra los ojos
escucha
la claridad del silencio
Cómo se desabriga rosal el jardín
y repta
subiéndose a las ramas
Las palomas
han aprendido a volar
para salvarse de las hojas
mientras cae
una esquina de duende en el paisaje
Allí doblan las rosas
Entonces cielo
-a pedido del ángel-
llora
Hace esta lluvia que morimos todos
En tanto los teléfonos
cobijan rostros ignorados
Y sentís Natalia
que la pequeña voz que te queda
sobra
para poner a juventud la tarde
y hacer ese lucero
que a lo mejor no entienda
por qué no se lo extraña
a tanta lluvia.





Realidad Social

Abajo
en el lucero que habita mi vecino
cantan
los días del silencio
Acaso dios se pinche
un ojo
Descrea de sí mismo
Suba a algún sitio
donde cielo le quede
a una cuadra
Porque abajo
En el agujero de la corbata
mi vecino
probó
la soga al cuello.





Libro anterior

Música invencible
En el hogar del tiempo
pide el sueño
que hagas en las luces
tu espectáculo más
En la muralla
que es barrera del límite
Esa ilusión
La magia de ser hombre.





Compañera de una noche

La muchacha que tiene
la sonrisa bordada sobre la pierna izquierda
debajo del corazón y de los ojos
que miraron llegar los cataclismos
La muchacha que tiene enloquecida boca
de haber amado como los violines
y enronqueció de música
La que armó en la memoria los trapecios
desde donde los labios y los libros
se miraron morir como palomas
La muchacha que tiene
en los oídos un avión con China
con destino de número imposible
Con quiniela de horóscopos y bingos
donde pierde cigüeña y París gana
La muchacha que no sabe muy bien lo que pasa
porque vio al psicólogo los dientes
maneras de morder
de amar a tientas
cuando en el cielo dios desaparece
y la vida se pide el seis de enero
La muchacha que tiene cerradas las rodillas
porque perdió el perdón
La que creía
que alrededor de aquellos ventanales
ciego, el miedo mejor amor salvaba
Tiene la voz para gritar socorro
cuando el día se ahueca con su cuerpo
y no entiende muy bien lo que sucede
por esta realidad que se investiga
Esta muchacha
Ella
se queda en la sonrisa
de sus piernas tatuadas con jadeos
y se vuelve a dormir huérfanamente
muy a espaldas del sol
Tan de rodillas.





Puedo hablarte de la primavera

Puedo hablarte de la primavera
pero hay una alambrada de vidrios
De puertas con dientes
Un sol entre pañuelos
... la libertad
y pájaros
perdonados entre árboles de plástico
en el viento que prueba
al miedo de ser hombre
A la infancia con los trenes perdidos
Es más acá la tarde otoño de septiembre
Trae polen y pregusta el ocaso
Posible es que mañana te miren los rosales
-y no habrá flor-
No es tiempo
en esto de la espina la cosa
La vida digo
es poco
No te inquietes
El cosmos seguirá con su rueda
rebosando arena en la salsa del tiempo
hasta lograr el grano más último
Mientras desde gaviota mirarán los relojes
el día
hasta que entender
tropiece con un niño.





Desconsoladamente humano

Desconsoladamente humano
ando con tus ojos en mitad de la calle
A frío gesto las vidrieras piden un amor de amuleto
donde se ponga loca la nostalgia
A frío rostro
En el mediodía de este lunes conejo
el silencio es un músico
que enternece
con el murmullo de la calefacción
Son marionetas
el desolado grupo de muchachas
ancladas al sopor de las vidrieras
El mar ruge en la costa
Desnudo
Te salpica
Mi recuerdo
te cuida en sus brazos
porque puedes mojarte con sus lágrimas.





Todos los días

Todos los días
cuando se despierta
pregunta
por la argamasa
que aglutina a un sueño
Pregunta
después de cada cosa que parece
cómo será París desde las nubes
Desde las tripas de sus niños viejos
Cómo será París en sus cigüeñas
Desde la luna
o desde Hiroshima
cómo serán después los girasoles
de Chernobyl
o Atucha
Cómo será la luna que es la misma
Los mismos niños con las cicatrices
(que hace el papel higiénico)
Los días tristes se pregunta
por qué será violento
su hermano el de este lado de la casa
o el marido de enfrente con su olvido
Y todos los días más adentro
adulto de insconsciencia
En el futuro que temor prologa
se responde a la duda con el dedo
que hace de caramelo la respuesta
Aprendiendo a esperar
se dice un poco
Ser niño un poco más
es suficiente castigo
y se vuelve a dormir entre soldados
que son de plomo
antes de ser muertos
por la muerte moderna.





Díptico luz y sombra

Moriré de tus ojos
de buscarme entre cielos
de acarrear la penumbra
en los días nublados
del cosmos
Intentando
que un solo sol
hubiera abierto
su negocio
su galaxia
su boliche espacial
y allí
encontrarte los ojos
como si fuera
la única luz posible
para sumir la fábula del tiempo.





Incomprensiblemente

Incomprensiblemente
como aquellas colmenas
miradas desde lejos
da vueltas el silencio
A oleadas de murmullo
A rostros de recuerdo
En la memoria
que sale a visitarse
A volverse asimisma
la gaviota
Da vueltas el silencio
alrededor del mar que se repite
Aquí está seca la respuesta
Aunque nada pregunte si andar solo
es ir acompañado de lo ausente
(Incomprensiblemente)
Tarde
Ha dado a flor la noche
una luna.





Miraré en tus ojos

Miraré en tus ojos
lo que ha quedado de la noche
mientras juega la luz
la intrascendencia
de mis manos
No veo el silencio de la espera
Miro tus ojos antes del recuerdo
y me parece imaginarte luego
Cuando te sigo
un punto luminoso
Oh destino celeste
Un deseo entre cosas
Soy dos ruedas
Sólo un carro sonriente
por las calles de un pueblo
No importa que pregunte la respuesta
En la filmografía
se perdona el suicidio
Estar vivo
insulta a los actores
que vuelven
para nuevas historias.

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