martes, 2 de septiembre de 2014






LÍNEA DE SUTURA
(1984)






Hoy ando roto en Carlos

Hoy ando roto en Carlos
Recién
ahora
vengo de sus sonidos con un patio
y esos ríos que nunca lo abandonan
Hoy tengo el Carlos más
La dinastía perfecta y minuciosa
de sentir en su abrazo
-por las rosas-
la última distancia de la abeja
Hoy lo clavo aquí:
para el silencio.
Se me aclara
donde hombría cuesta
andarse descalzo del desnudo
y armar la religión de la presencia
pero sudándolo.
Hoy ando en Carlos puesto
venía su traje desde lejos
sin explicación
como un bacilo
Ahora tengo que hacerme
un corazón con nueva seriedad
para guardarme el niño de agua
que alrededor se le parece
Sé que es difícil
la palabra de nombrarlo
Un día
la inventaron
para que fuera Carlos.





Todo mojado a tí es recuerdo

Todo mojado a tí es recuerdo
La ciudad inundada
con sol en la punta de las rosas
Inundada
la estación de los ojos donde llegan
para habitar al día
a lo que es luz
mientras siguen mojándose mis manos
encendidas
de andarte la cintura.





Desde dónde te trajo el tiempo

Desde dónde te trajo el tiempo
Desde qué color de la ternura
del más amor
amaneció su día entre los pájaros
Qué luz comió el crepúsculo
Para asestarle tu perfil.





Creo en él

Creo en él
porque le demostró a París
que le falta silencio
para parir
cosas trascendentales
y detrás de su oscuro escondrijo
millonarios del hambre
deambulan
picoteando en la sombra
recuerdo

Yo creo en él
porque vio a París
desposada
con un pordiosero
que engañaba a sus semejantes
durmiendo
con los pájaros del jardín zoológico

Creo en él
porque derribó a París
en un avión de contrabando
con los pescadores del Mar del Norte
y cayó
sobre los que falsificaban arte
en "Saint Germain"

Creó en él
porque a veces
las abuelas digitan el destino
y recuperan
el territorio de sus nietos
como una travesura
porque ha vuelto
con una herida de agua
y el cordón umbilical
apretando
su nacimiento de hombre
en el bolsillo exuberante
de los hombros.





El invierno tiene pies cuadrados

El invierno tiene pies cuadrados
Para subir al hombre
su escalera infinita
necesita la imagen musical
el sonido
que transitan las piernas
Pero invierno tiene
pies de carcelero
El mejor de sus actos
no puede ser más frío
que robarle secreto al que sueña
o yace enamorado
en la visión que el sol
ha de borrar mañana
A diferencia del invierno
al corazón del hombre
lo traslada
en el vuelo
la rueda celeste
el prodigio de gravedad terrena
que en la última sombra
lo absorbe lentamente

A pesar de los héroes
que vuelven
con la Historia lustrada
en la ciudad lacrada
hay secretos latidos
anónimos silencios
que alzan la claridad
hasta estrenarla
en lo más luminoso
Allí intenta invierno
unos zapatos
rotos
de agujero
con la vida escapada
que no puede al cristal
Allí ceniza madre
definitiva abuela de los nuncas
Sin gestos aprendidos
superlativa
como el olvido
le da su bendición
la hora sin precio

La inaguantable luz de lo pequeño
muere del corazón
Lo que queda de ella
intenta nuevas ruedas del invierno
Pero el eco del hombre
natural
de canción
llena la tierra donde nada tiembla
porque el destino está junto a su historia
el sol junto a su día
y el amor
como la piel de dios.





Mi corazón

Mi corazón
bañado
es un canario adolescente
irresponsable pez
La pregunta
que haría un ahogado
a los relojes
Mi corazón
entre los nuncas
es la tumba más honda
del cacique enamorado
de quién recuerda las leyendas
el nombre de su amada.





Conocí a tu padre

Conocí a tu padre
En la sonrisa de tu mano
un pájaro absorto
miraba a una muchacha
Estaba dialogando su silencio
en tus pausas

Lo vi
regresando a comer en los hoyuelos
ómnibus de los niños que tienes en la cara
Era undoso y salía de palabra
y mejoraba en tu alegría

Una canción de altísimos viñateros
lo ponía de pie
junto al alba del cerro
Entonces buscaba tu lado
y te apretaba como a su muñeca
ofrendándote el día de sus manos

Conocí a tu padre
Cuando en un pío de guitarra
tu voz tragó unas cosas
y entre trizada luz
reconstruiste
el trino de sus ojos

Te agradezco azul
-en el país de los puentes-
estarnos lo más dos
cuando
desde el lugar del agua
en una escollera iluminada
dejaste que te viera junto al barco
que te trajo hasta el puerto del temblor.





Elegía sin adiós

Nunca pensó silencio ser tan caro
ponerle precio al oro de tu nombre
acaso el mar
o tal vez la paloma
Nosotros que tuvimos manos
para apartarte de la aguja loca
¿desde qué cobardía nos pusimos
a escuchar cómo hablabas con la muerte?
Quién desarmó la luz desde tus ojos
que siempre estamos por llegar a verte
y es tan lejos tu casa
horizonte
algún candado original del bosque
o el llamar a una puerta
sin respuesta
Sé que al desayuno de la muerte
lo llevaron a pie de tu garganta
Alguna abeja
masticó tu voz
bebió la miel azul de las canciones
llevó a sus pañales
la roja caricia de tu sangre
Donde estaba mi pecho
en pos de qué medallas
miré el cielo del día aquella tarde
que no escuché tu carta de la tierra
ni las llamas
ni lloré en el humo
cuando habías incendiado el alma
Ahora sé que tu casa es el vacío
que alguien puede cantar y no darme hambre
que soy hombre tan solo y no guerrero
Al pan le falta algo
al vino
la mirada de tus manos
Caíste desde dios hermana nuestra
Una palabra o un poema sabe
que de tu puerta
el cariño
viste de luz al mar
rompe sus olas
te coloca de novia en nuestro ejemplo
Deja que nos pongamos tu presencia
la humilde
sinceridad de templo de elegida.





Madre

Madre
Dime
dónde pongo una bandera
como el pantalón
Con qué colores guturales
Novia
Dime
mirarán nuestros ojos
inocentes pájaros
su pausada melena
Hermano
Dime
amigo dime más acá del viento
con qué color del blanco
una bandera
harías con las manos y la boca
para que padre viera
Para que el viejo lo escuchase
Y pudiera creer que no murió





Para el sin adiós de Basilio

La luz tiene el apuro de la niñez
Sus lejos amarillos
La torre
esta tarde
sostiene una campana que no canta
Tiembla a verano el aire de las rosas
Pero el pan no sirve
ni la calumnia de las manos vacías
Tengo otro hambre
otra sed
La boca
para besar a nada
Cerrado y sin domingo
tengo al recuerdo de la lluvia
En fiebre de hortelano astillado
Si uno sólo de los caballos
fuera mío
correría a la sombra de la luna
a investigar los rostros y los dedos
El fuego de las hachas que talan
Si tuviera una pluma
aprendería de pájaro
Robaría un avión
con restos de mortaja
a pesar de este dolor de tripas
como mi cuerpo
de esta semilla que crece
cáncer de uñas
y revienta en el átomo
del corazón
bisabuelo de las desolaciones

No sé
esta tarde
no parece del mundo
que habitaba hasta ayer.





Esta noche

Esta noche
Lejano
el pájaro mira
Viejo amarillo
Aún canario
mira
eso contemporáneo que no pude
y que él canceló tras una jaula
Hoy me mira entre pico
-que sería entre dientes-
si el que mirara
yo
fuera esas ansias
de haberme dado al vuelo hasta ceniza
en amarillo
pálido en la pluma
rojo en la garganta
(como predisposición a estar callado)
Cuando me mira
siento la distancia
semillando en los dos hacia la muerte
con un reloj clavando territorios
de tic tac anhelantes
Ávidos





Línea de sutura

En la mano derecha
la mejilla de Hamlet
Y hacia un lado del cuerpo
-donde se duerme el día-
las preguntas que el uso
saca de los relojes
-desde la antigua muerte-
Y un sol
calladamente azul
sobre los ojos
Ya de nuevo
De hondo amor consumado

Quiere saber acaso
la mano?
o hacerse las preguntas
desde el vacío rostro
O tan sólo el silencio
recuerda dos miradas
En tanto se renuevan
las muertes infinitas
Oh tamiz
Oh miedo de soñar.





Voy a reunirme

Voy a reunirme
con los humores de la soledad
-lo más sombra-
Convoco aquí a la infancia
La de los juegos romos
y los ojos totales
Guardo
del silencio anterior
la más semilla
de estalactita cósmica y pedestre.





Las fechas son un rostro

Las fechas son un rostro
Pañuelos
Una lejana multitud de gestos
se matan entre sí
con mariposas
en los circos de polvo
donde posa la roja
memoria de haber sido
Después el silencio
moja con su espanto
hasta el fondo
de la taza de té
nuestra presencia.





Por una grieta

Por una grieta
en solitaria búsqueda
el corazón hace este ruido

Hasta las manos llega
su infructuosa propuesta:
Líquenes infinitos
transladan
la azarosa conciencia
de un cenit
dividido en dos dudas:
La ecuación de la vida

Lo importante es saber
si los ojos
entienden
la dimensión del hombre que hay afuera.





No importa lo que crea

No importa lo que crea
Lo importante
es no dejarte solo
Limpio
Sospechoso
Lo importante
es venir a nacerse
y no a morir





El Padre

Cuando hablaba de viajes
Templos
Noches de luna
o relámpagos
Cuando hablaba de sitios
Dioses
Relaciones cósmicas
Recuerdos de tormenta
Cuando con guantes saludaba a nadie
Se reía de mitos
Respetaba al amor
Sabía al hombre sabueso de la estrella
Uno imaginaba
que podía encontrarlo
aunque fuera después
Aunque todo ya hubiera
Cuando sus brazos
Donde se estaba a salvo del invierno





Madre

Mañana hará lloviendo
la fiesta de esperarte
Con un hijo entre nubes
y palabras sinuosas
Andarán en los árboles
los pájaros de siempre
La primavera acaso
Pero en tu sangre
un ángel
se buscará las alas
Mañana harás lloviendo
la búsqueda infinita
y querrás el instante
de ser madre de Cristo
O de alguien que a tu lado
haga de hombre su espacio
Leerás del ancestro
la esencia de tus senos
La extraña cuadratura
de tu boca incendiada
El puerto de tus brazos
-de una sola gaviota-
Para bajar a tierra
del vértice del ancla
La palabra
La única
de difícil silencio.





El Hijo

Andaba de laurel la travesía
Por tu sombra
Ondulándote el cuerpo
La palidez del gesto
El nerviosismo que en tus manos puede
defender una estrella
De su aparente soledad
echó a andar tus caminos
para adoptar mi símbolo desierto.





Bajo el concepto de los ojos grises

Bajo el concepto de los ojos grises
tu corazón es
triste
Zona curva
Mano del ecuador
De la raíz del fuego
el suero azul del aire
arma en la llama de tu rostro
rápidos
que en nombre de las islas
desovan en los gestos
y te quedas país
Actitud para el alma.





Acaso te imagine

Acaso te imagine
dando la vuelta al mundo
en una hoja en blanco
-el poema perfecto-
En los juegos del aire.





Ir y venir

 Ir y venir
Tus ojos
La maravilla insólita del gesto
Quedar así enredado
Sin caminos
ni puertas
ni encerrado
Ir y venir la calle sin comienzo
Como nacido
Intacto
Hacer verano justo
En puntas de pie
rozar la tierra
El espesor del aire
y el abrazo
para saberte como está de luna
el sol del equipaje
debajo del temblor de la camisa

Ir y venir tus ojos
donde vive la imagen con sus sillas
y los arqueros del amor se arrojan
a fecundar los hijos del vacío
Ir y venir
para que puedan su color las cosas
Las que nombra el eco del silencio
Después qué asombro cose sus estrellas
sobre el cielo de río de los días.





Estás aquí y aquí

Estás aquí
                   y aquí
Hasta donde parece
Allí
donde creería que no se puede estar
                                                     y más allá
en el humor que hace nuevas las cosas
ojos diferentes
En el río
En el mar
En la gaviota
                  que se enferma de tarde
En el viento
                  que guarda tus pisadas
tapándolas de arena
para que las descubra
                                   en el verano
un niño
Nada más

Estás con él
Ahora
Más acá.





Tu casa está en el aire

Tu casa está en el aire
En la mitad de un párpado
En la breve cornisa que sostiene la lluvia
Tu casa está en los ojos que miran
cuando vengo del mundo
con pies y añadiduras
y las cansadas ruinas
Afuera del silencio
Busca el sol cada rosa
y tu casa es un día
con dos ojeras sobre la distancia.





Tienes largos los pájaros

Tienes largos los pájaros
y se te vuela el pelo
y la ciudad
y el barco
Y tu arena es un hueco
Toda relojes
en donde el mar gatea
Da los primeros pasos

Se mojan de una larga
lágrima picoteada
los ojos de tu pelo
Un pedazo de tarde
cae desde tu rostro.





En tus manos revueltas en la mirada

En tus manos revueltas en la mirada
las maneras de la boca
-vaso de fuego-
donde se entibian los gestos
En las palabras de muchas voces
donde
descuidas morderte el pensamiento
En las cosas que saltan o murmuran
Que juegan a tu lado
Hacen sueño tus ojos en la tarde
En lo que brilla la mitad
y deja
la posibilidad de reinventarte
En la puerta
el espejo que enamoró al canario
En la silla con gato a siete colores
el mejor personaje
En aquel río
aquel sueño
olor desde el corazón
El tiempo
que es tiempo de comprender
lo inexplicable.





Te hablo de veleros

Te hablo de veleros
derrotados
De sus velas
No por el viento
Sino en sus mástiles
por agua aullando
y orines
en siestas que aguardaban
su regreso
Te hablo de horas del mar
que son el tiempo
La singladura
que honra el horizonte
Escúchame temblar
como dos rosas
ciegas
al fondo de la noche.





Ciudad

Cautelosa
Rama de ser sombra
Por la raíz del lumen
asaltas
desde tus mismos sitios
Nadie dice su llanto
Nadie sufraga su alegría
En la emoción
Calladamente
El silencio más útil
te inventa como un pez inverosímil
y te quedas así
Frente a la costa

Para ser de tu boca
hay que llevar mordido de palabra
tu nombre de trofeo
y sacarlo del mar
sin que lo toquen
los ruidos que parecen sombra.





El viento

El viento
pasa con sus escobas
Con su aire desnudado
Sus fantasmas se pueden
unos a otros
Aúllan
en la siesta del mar
Conmueven
callados pájaros
que suben a mirarnos
Las manos de la noche
tiran lejanas túnicas
El ofertorio de la luz se moja
de latidos celestes
mientras el sol palpita
las últimas escenas

Llega el ayer
Ola tras ola baja
su vértigo de ser
esa marea.





Tarde

Tarde
en sol y cuchillos
se cansa de la roja
idea de la sombra
El almohadón del viento
brisa por los lugares
algún abrazo
y pausa
Hace quietud
se olvida
para dormirse en río de arenas
que desbrillan
la claridad
volando
En la córnea infinita
el horizonte labra sus arañas
mientras piensa el lucero
sobre las piernas últimas del día

Algo que tiene grillos y rumores
A olor herido de la tierra arada
baja canción del pico de los pájaros.





A la caída de la luz

A la caída de la luz
el hormigón se acuesta sobre las lentas calles
Vigías del amor
suben la luna
Desmontan los relojes de sol
con un juego de espejos
Iguales para el viento
Para la sed
Alzan los brazos
hasta la altura de la sangre
y oran
en la canción de ser
A la caída de la luz
En la medida de los rostros
se encuentran
como dioses de una antigua Grecia.





El que hace el pan

El que hace el pan
se exime
de rendir por celeste
Por cucharas de lluvia
Por recuerdos
El que hace el pan se queda
con la luz en sus manos
donde bebió la espiga
el sueño de ser hambre
como una pesadilla.





La noche muerde apenas

La noche muerde apenas
suturas de la muerte
De pensar que oscurece
se cierra en sí la vida
Y los colores quedan
oh día
pastando el arco iris

Casi como pensar
que continúa
la envidia.





En la pared

En la pared 
los ojos de la noche
quedan
como mirando al ciego vacío de los cuadros

La sombra establece
extremos de faro

Extendida escollera
el corazón desciende
hasta meter las manos
y ahogarlas en la arena.





Los días han subido

Los días han subido
a su idioma infinito
De pensarlo hace sombra
el tiempo en la ternura

Puede ser que la noche
golpee con tus manos
y haga al fondo del aire
algún gallo piadoso
mojándote los ojos
con los labios de día.





Déjame la palabra

Déjame la palabra
la primera cuchara
La forma más antigua del olvido
Aquella que arrojaba piedras en el arroyo
Déjame el aire a cielo descubierto
El aire a tierra
a tiempo atomizado
La jaula de amarillo de las chacras abiertas
y la luna conejo
detrás de la galera de la nube
Deja
la magia del relámpago
El olor hasta el fondo
húmedo
florecido
Esa invención de brujas del crepúsculo

Déjame el cachorro de la palabra
para que la muerte
sea
una vieja casualidad
Como todo lo bueno
que pasa sólo a veces.





Dibuja en la neblina

Dibuja en la neblina
tu corazón
y vuelve
Duerme sobre los trenes
de la tarde
y regresa
Despiértate en medio
de las ciudades rotas
pero salva del cielo
la luna de tu pueblo
Mañana es sol
y el arco
de la vida se tensa
dispara
Si no llueves
La sombra
ocupará tu sitio.





Esta noche

Esta noche
Que es un lugar
No pregunta
El mundo y yo andamos
Parecerá muy simple
Pero es muy en gaviota
el mar y su memoria
de todos los naufragios.





Nacimiento de la gaviota

Ayer un pájaro
Una gaviota adulta
Sueño de volar
Eran las luces
Esos lunes del aire que despiertan
sobre la arena
con un mar de fondo
Ayer
la pluma con sombra de ala
La seda del espacio
y hacia el fondo
Un cartón de celuloide
Proyectando
Fantástico
Ayer
La piedra del ángel
Y una espera en la Tierra
-como el miedo-
donde el viento
se muerde
las piernas
y funda la tragedia y el abismo
Ahora es un grito plástico
Un bailarín de fósforo
El ayuno de celo
... mañana otra vez
una aventura
Ciega
Desconocida
Un pájaro
en el vientre de los ojos.





Primer silencio

De miles de años
nace
como el capricho de algo
El reloj
que entre las aguas
mueve
sus agujas secretas
Separa los ahogados
Limpia la esfera
A veces
Interrumpe el conteo
en la partícula
que luego es tiempo y alas
Es posible que el polvo
de los soles más grises
prolongue en el aire
la intención de planeta
Porque el vuelo se vuelve
plenitud azorada
Dibujo
Cartón único
Corazón del coraje
en las nieblas últimas
Pero es mejor pensar que desdormida
otra vez en su sitio
Desde un lugar de siglos
En la memoria
que atraviesan los pálidos celestes
patios del rostro
La penumbra sitúa
el lanzamiento
y enamora un espacio de cielo.





Del paisaje anterior

Del paisaje anterior
Una gaviota
Este solo espectáculo del aire
En la suelta de cielo
Desde la antigua escarcha
sólo su escudo de alas.





La tarde dibuja la soledad

La tarde dibuja la soledad
escribe
blanca y larga una espuma
La tarde
que es el llanto del día hacia el silencio
quiebra un ojo de ocaso
Pero gaviota insiste en ser
Se rebela
Emerge al silencioso sendero del crepúsculo
Donde el cenit
exige el holocausto
el ballet de una nota
Ultimado de azul
desconoce el aire
y gaviota
baja
de la sed de la luna
para guardar el sueño.





Silencio final

De pronto el epitafio
luz y sombra
y el árbol como un testigo inútil
El nacimiento caído
boca arriba del viento
contra todo olvido
que olfatea en la envidia del vuelo
Despeinada bajo el amanecer
su rosa de ceniza
encandila a la ausencia
Es un pacto la espera
Una brújula hundida
que emite en superficie
señales de algún viaje
quebrado
disuelto en la propuesta del futuro
De pronto es un rocío
un llanto descubierto
cuando el día dibuja
amores extraviados
furtivos.





Cicatriz

Entretanto
todo esto es moraleja
Duda saldada con ayer
Ahora
es otra vez la fiesta
Si debemos estar
hacen falta unos pájaros
Si debemos quedarnos
Plumero al cielo
Luego al cielorraso
más bajo que la noche
A la ceniza
de un cuarto donde duerme
la angustia
Como si fuera Dios que nos vigila.

 


 

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