lunes, 15 de septiembre de 2014






AÑOS 90 - 99
23 POEMAS






A Mar del Plata miro desde así

La peatonal recoge
sus ojos de nostalgia
acosada en los márgenes
Caudalosa de pasos
bebe a sed de silencio
hasta ser el murmullo
que la cubre de gestos
y ademanes sonoros
Debajo de ella, el polvo
cicatriza la infancia
que restablece al hombre
del amor heredado
mientras diurna la vista
el mar que entra a la espuma
abriendo la vidriera
que la nace del nombre
a Mardelpan amada
A la mamá de calles
donde susto alegría
novian en universo

Buscando cada rostro
La señal de las manos
De corazón al mar
mi ciudad triza
la pampa con sus sierras
y se acuna de cielo
con el vientre agitado
como una hembra dispuesta
Viejas calles del viento
Puñados de mi madre
Atestiguan la hora
del hombre de la barca
del ladrillo y la arena
son muchachas ahora
cobijando la misa
donde el hombre regresa
y es probable mi padre
y mi hermano Moreno
y mi Chulak
Los juanes
al filo de los pasos

Terminan las monedas
el azul y en la arcilla
donde sentó el mendigo
el pozo de su ocaso
empieza a ser la noche
El mar sale a la calle
Se respiran sus peces
Y acaso la gaviota
Trapecista precisa
acabe con el aire
saturado de vidrios
de cemento, de duelo
de la teja y el patio
Mi ciudad en su ánfora
se festeja en sí misma
Pintada o de cartones
La futura Alfonsina
también come en sus calles
maníes, mientras lee
el horóscopo incierto
del siglo que se apaga
y atiza con su gesto
el cielo de la vida
apretando la mano
del muchacho sonriente
que la lleva celeste
volada en el secreto
zaguán de muchedumbre.





Soy mi hermano

Soy mi hermano
El que quiso estar muerto
El que rompió sus manos
golpeando contra el muro
Sus imposibles labios
El de la foto de la alegría
Los del cuadro
Caperucita roja duerme con mi cuento
Soy mi padre que enciende
los ojos con mi nombre
Mi madre
que selló los ovarios con lágrimas
El que a los amigos
Mostró que muere
Mi imagen es la única
que será niña siempre
A mi casa la abre el recuerdo
Soy el que no ha muerto.





Viento

Viento
Los pájaros han muerto
En las cigarras del amanecer
Sus ojos
La verde longitud del canto
amartillaron diagonales del aire
y cayeron violentos
Cenizas de la hierba
sacudieron su voz por la intemperie
A los pies de la luna
Enrejados
sinsogiego rasante
ocultó pluma por pluma al pájaro
Brisa
La lluvia nace
Por el lento murmullo de tu sangre llega para dejar
los ojos sedientos
mojándose de tierra
El viento que mojó las alas no vuela
En los aleros de la tarde
vuela el silencio de pájaros muertos
El grillo de la lluvia
abrillanta la calle
Tanto aprender
la tarde
llueve de memoria
Por lo bajo
el reloj
sabe decir su nombre
Visto de triste cuando te pienso
graduada de viaje
La voz de la ventana repite nublado
Habrás de irte
la tarde se fue antes
La ciudad siente un complejo de barro
A mi calle de adobe
le ha nacido la envidia del asfalto.





Octubre es una ciudad

Octubre es una ciudad
Puede incendiarse de madera
Prenderse fuego
Pasar cosas como mi cumpleaños
Octubre tiene frío y verano
volcado sobre el hombre y el silencio
No lo espero
Llega
atando en el cielo alguna nube
Luego se compone
queda azul
parece él mismo
Qué ciudad su nombre
Las mañanas
tienen
sencillez de muchacha
Adhieren al olfato
Aman de pronto
Caminan con lejos ojos verdes
Octubre es el señor de primavera
Tiene la brisa esclava
sobre la fiesta tierna de los tallos
y el pecho enrojecido
porque en él cayó América.





En los relojes

En los relojes
duerme el trino de nadie
A la salida del olivo
Ay perros de la angustia
Del silencio
El corazón se volverá luna
en el huevo del pájaro suplente
Cuando al reloj lo llamen
un pájaro cantará
No importa el canto
sino el vidrio
donde guarda la inocencia
Allí
por los nombres
lo irá siguiendo el signo
del vuelo.





Abrazados

Abrazados
Líquido sol
Felino
Sudor frío
Sensación de lo hembra
El muro siente los pies enternecidos
fáciles al llanto de la humedad
Brujula por los cuatro costados
la intemperie
El verde tiempo ciñe
la emoción del ladrillo
Color del corazón
Su muleta lleva rengo al paisaje
que no quiere morir
Que duerme en el recuerdo
Abrazados manchan a la tarde
el ángulo del patio
donde anidó golondrina
Su canto
Roto cric
sumerge
en violines de viento la memoria
Con manos apagadas cubren lo que derrotan
en olvidado andén.





Qué día es de la semana

Qué día es de la semana
Del silencio
Qué día de mi hermano
de los anticonceptivos
De los que no serán
Qué día es para sentirse tuerto
en la llama
apagada del agua
Qué mes es hoy
en el ala que ha vuelto
para el secreto con olor a estuvo
Hoy costra de la desolación
Qué año se cumple en el tintero
En el pudor de la hortaliza
Qué día luz total del universo
festeja la piel en el costado
Qué aniversario de la zapatilla
ha traído hasta aquí su cumpleaños
Me baño y continúo negro
Estoy perplejo blanco
Enfermo amarillo
no me avergüenzo pelirrojo
Qué revisión daltónica del cosmos
cumple bodas terrestres con mi osario
Ay continuo reloj
Arena en marcha.





Aquí está el pañuelo

Aquí está el pañuelo
Roto sobre la piedra
Antiguo como el limo
Es la muralla donde los abuelos
alzaron la mejor esperanza
El pañuelo
comenzó en un pueblo
su maratón de tiempo
adonde hace muchos rostros que lloramos
Aquí está
amor del pueblo
Pagaré de la sangre
Piedad
Qué plomo
Qué palabra romántica de tierra
vendrá a disuadirnos con sus dientes
Ay relojes
Es hora de vuestras campanadas
Quiénes llaman?





España

España
ay
El silencio es el hierro que ha marcado
en la tabla de tus labios
nombres incandescentes
Que pregunte la peluca del pájaro
lo que ha quedado del pan
El gusto a vino malo que da el sol
a las uvas que saben agrias las palabras
España de los moldes
La capa que ahoga a tu alto toro
no quiere el redondel de las arenas
sino el corral de la agonía
El capital de luz que dispongo de herencia dice
que es rigor de la historia
que no esté el sol para leer la sombra
-Soledad de los puentes
Muerto el río
De cemento castrado en su memoria-
Ay castidad de España
Dura arena
No serás de vidrio en los relojes
sino tiempo macerado
Ay balanza del viento con la sangre
España
Pídete a ti perdón
Hazte justicia.





No te vayas amor

No te vayas amor
Cuídame el vidrio
La sonrisa
La esquina donde te escondo nombre
En medio de la vida espero
Mira como se cansa la mirada
Se envuelve la tormenta
La niebla corta raíces de luz
No te vayas
A flor de las manos se hace al mar la caricia
A un puente del día está la primavera
Crucemos
La flor tendida de la sangre
crucifica los brazos
Ven
duerme los ojos para que toque alguna estrella
Mira amor la altura de los duendes
La noche está rindiéndose al silencio
Los pájaros duermen
En pez retorna el agua
Alguien arroja abejas
Sol
Los pájaros despiertan su llamarada pública
No te vayas amor
Aprisiona el día de la voz
He de tomar el vaso de tus labios
Brindaré con luceros
al oído secreto de tu nombre
No robes de los brazos este segundo de tenerte
Cuida que no se trice la alegría del canto
Está en primavera el reloj de la vida.





Amor de solo

Amor de solo
soledad te pones
Quiero quererte del olvido
El trabajo de las sementeras
hace esperarte en la espiga
Vendrás
Porque la tierra
Florece.





Al tiempo quién le canta

Al tiempo quién le canta
Quién cose sus ojos
Sube el frío
A la risa se le caen las hojas
En la tarde que solloza el paisaje
es otoño
Corazón
Vamos
a romper el olvido.





A cuántos ojos estás

A cuántos ojos estás
A cuántos ejercicios respiratorios
para emerger en la ventana del espejo
De qué galaxia
o mutación
Ave sinuosa o carretera
partes de ti hasta hacerte
No hay brazos
Nada tendrá la gracia
de alargar la más remota intención
o palabra
para adormecerte
Nadie vendrá de ti sino tú
A escena
se entra en el momento preciso
A cuántas lunas de ejercitar como eres
se desatan los hilos
Te guardan las fotografías
que te anudan
como a mí la muerte.





No será el dosmil

No será el dosmil
el ojo de la serpiente ciega
Ni los lunes al fondo del color de la noche
la entrevista solar con la mañana
Ni la fortuna
el disuelto perfume de la fiebre de Kimberley
No será menos prisionera la foto
del candado de un clavo
en recreo hasta olvido y polvo
Acaso los dueños de la intemperie
lo propongan a la luna
para alentar el nacimiento de la flor
y cante
apoyada en su magro recuerdo
algún ave
La verdad es que en los bolsillos vacíos
Es su cara de no cambiar un gesto
En la esquina donde espera
El muerto está solo
con arrugas de preocupación
que continúan
como sin tiempo de terminar la vida.





Dividida en dos rostros

Dividida en dos rostros
la ropa
acuna la nostalgia
Sexo aterido
Dibujada
improvisa su danza
Elige puertas
donde va a tientas
el tiempo fértil
En la fe de la boca
puede la emoción
escrutar su secreto
Saber la voz que alcanza
Ese instrumento
vidrio de pezones
que amamanta la sangre
Debajo de títulos
que aguantan la amenaza
de violar el oficio del juglar
Retorna por las suaves escalas
para intentar la cúspide
Asaltar la apariencia
La envoltura
crece por las raíces
Se evidencia en el árbol de ser
-largo camino que transita intemperie-
Su dudoso horizonte cae a partir del viento
Tal vez primavera ejercite en su espacio
la flor
y silencio
diga adiós con un dedo
Con el cuerpo
O sea un leve gesto de corazón
Intento leer el poema
Una casa
La noche
Un mes
La luciérnaga
Enfrente
la pared de otoño espera
Aquí es una casilla mes de mayo
El primer descontento
La tarde escarba
Su uña
cuenta hasta arreboles
Detrás del fuego
el aire
muere
Puede nevar de sol sobre los ojos
y los collares blancos del ladrillo.





Cierra la puerta

Cierra la puerta
mira
si a los que hemos quedado los conozco
Hay que hacer candados
con el incendio a voces
Decimos cada cual el sitio
Cierra la puerta hermano si aún es puerta
Si no huyó de sus goznes
y jirones de madera
cuelgan como fémures
incitando a correr
Cierra donde guardamos cada cosa
El olvido
su cielo de fantasma
Lo que queda después que muere
No importa si el ciego de la plaza
con su banco silencio y alta frente
mira el canto del pájaro
apoyando el oído de sus manos
Déjala abierta al frío
hasta ver si nosotros
desarropados
y el invierno
nos come la poesía en el andén.





La muchacha tiene un piano

La muchacha tiene un piano
con teclas pezones
Los colores se tocan como notas
A la música asoma
en tono jadeante
su boca
No ha de quedar luz
De nuestro nombre
nada quedará
A pesar de todo nos sabremos
Oh sí
Los días
sin imaginar
serán recuerdo
Restregarse los ojos
hasta saberla sueño.





Apresa al amor

Apresa al amor
No lo liberes
-si pide perdón-
Ni bajo fianza
Aunque declare:
No hay lugar más bello
que tus ojos
Miente
No es verdad
Son tus senos
Si dice que tus manos evaporan
relojes del cosmos
Penumbra la manera de mirarte
Confunde luna con cielo
Condénalo a tu cuerpo
Que pierda paz
El pájaro cegado de memoria
recuerda en el paisaje de la sangre
la libertad
Deja que te respire entre los peces
que huyen luz de las manos
No me dejes pensar
Si muero
querré llevarte piel en el tatuaje.





Llueverá

Llueverá
como vuelve
el frío
la neblina
Y sus manos
Qué lejos!
Otra vez
En la ropa de volver a unomismo
Reconocido
insomne
Llueverá como niños
A esconderse
Que no nos vean felices
Qué tarde
en la memoria de los zapatos
los caminos
Ya no somos grandes mamá
Es feo.





Traes un pájaro

Traes un pájaro
La noticia de mapas azules
haciendo
de estrella a estrella
una noche a mi lado
De miedo que se ve
embarcas la soledad en las manos
y juegas
invisibles pelusas de pánico
No hablas de la fiesta
sí de devolver regalos
antes que lleguen los que mueven
el amanecer de las rodillas
y vean
que estás de pie en el hombre
Sin juzgar
Sin perdonarte.





Soledad de modelo

Soledad de modelo
Que nada se pierda en nuestros sueños
y mañana decida
Olvide entre los dientes
el regalo que traen
de París las cigüeñas
Siempre es un niño
que nace y acomoda
su américa secreta
para hacer con palabras
la aventura del hombre
¡No es así donde lluvia
la sequía del hambre!
Es en las tripas
Por favor
pongamos la democracia en orden
Que no se vean
los agujeros de la jaula
Oh! Perdón
Libertad.





Con el pañuelo, lagrimal de palabras

Entre dientes el miedo
no se ve
Salva el escalofrío
el espacio
que bosteza la muerte
El agujero de los brazos
arrastra recuerdo
Acomoda de pluma
la memoria
Vuelve a las arañas imprudentes
del rincón
para cortar la silla
repartirla
He hablado de tí.





Arturo

Aquellos zapatos trajeron
en el sueño los candados a transgredir
Las viejas cerraduras violentadas
de los conquistadores
Más sutil que la orza que atenúa
la deriva
Lo no claro del sueño
Aquí estamos
Mezclados
mimetizando Marco Polo
Julio Verne
Bradbury
las estrellas son apagones en la sangre
El luto
que nos zozobra el hombro
desde conquistados
Apretados al hambre
A la ruinosa historia de herederos
Al resultado
del disparo del boomerang de orgullo.





¿Estamos todos?

¿Estamos todos?
¿El de la calesita?
¿Dónde está la enfermera?
Papá y mamá
El patín con sus pies
esperándonos
Han venido los Jorges
Las urracas vestidas de colegio
En la puerta
es una multitud la que no ha entrado
Quién falta adolescente
A ver
Quién sobra
Quién se coló en la orquesta
En el baile con miedo
El primer beso
En la novia robando las ojeras
Quienes estamos amigos
o es algo más la ausencia
El espejo nos mira
hay que decirle la verdad a alguien
Cuidemos el azogue de los hijos.





Al principito Leo

Antoine
En la lejana estrella
Aquí en mi mano
Hamlet recobra la memoria
Lo acompaño al desierto
y acordamos
No recordar
En el infinito
están nuestras palabras
En el gran silencio
Ayúdame
a reconocer lo esencial
Me niego a llorar de los ojos
lo que está afuera del corazón.

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